Cuatro ases de la baraja de la liga mayor profesional de futbol de los años sesentas. El Guadalajara, el Atlas de Guadalajara, el Oro y el Nacional.
El primero, campeonísimo y gran dominador de la liga; el segundo con su clásicos colores rojo y negro; los áureos, con camiseta a rayas amarillas con fondo blanco, el orgullo del oriente y los pericos del Nacional, también con camiseta a rayas verdes con fondo blanco, surgidos del barrio de Mexicaltzingo.
El Guadalajara después de la etapa del "ya merito", alcanzó su primer campeonato en 1957 derrotando al Irapuato con gol de Chava Reyes, en lo que fue el último partido jugado en el Parque Martínez Sandoval o Parque Oblatos y a partir de allí los rojiblancos acumularon campeonatos hasta 1965. Triunfadores indiscutibles y en época de jugadores importados, su once, integrado exclusivamente por mexicanos era un orgullo no local sino nacional.
Chécalo:
De esos tiempos recuerdo al Tubo Gómez en la portería; Arturo Chaires, el Tigre Sepúlveda y José "Jamaicón" Villegas en la defensa; la media con el bigotón Juan Jasso y Francisco Javier Valle; la delantera temible: Isidoro Díaz, Salvador Reyes, Héctor Hernández, Sabás Ponce y Raúl "El pinacate" Arellano. Su entrenador era el Ingeniero Javier de la Torre, heredero de Casullo y Donaldo Ross.
El Club Altas de Guadalajara había traído a Carlos Bauer a dirigirlos ante la imposibilidad de traerse a "Lula" un renombrado brasilero; Bauer se trajo medio equipo brasileño. Carlos Pierín "Lalá", Newton Gonzálvez Dos Santos "Grilho", Dirceu Siqueira y Custodio Alves Guimaraes.
Completaron la escuadra, Farfán, Del Muro (Maestro de Guillermo "Campeón" Hernández y el "Gallo" Jáuregui (luego apareció el "Chiturris" Ramírez; Ricardo Zárate y Guillermo Castillo en la media y el "Pistache" Torres como extremo derecho y Jesús Delgado en el interior izquierdo. (Pepe Delgado apareció poco tiempo después junto con Fernando "El Chale" Padilla) Un excelente equipo.
Los equipos jugaban con tres defensas, dos medios y cinco delanteros, una formación vertical y de futbol espectacular, que poco tiempo después gracias a Aimoré Moreira principalmente, se cambiaron a la formación 4-2-4 que dio muchas satisfacciones al futbol de Brasil y fueron ejemplo táctico.
El Oro, el equipo de los mulos de Oblatos tenía un grande en la portería pese a su corta estatura: Antonio "El Piolín" Mota; la defensa la integraban Gustavo Peña, el brasileño Adhemar Barcelo y Víctor Chavira como defensa izquierdo. La media con Carlitos Peters y Felipe "El Pipis" Ruvalcaba; la delantera con "Tepo" Rodríguez, Nicola Gravina, Amaury Empaminondas, Manoel Tavares Necco y en el extremo izquierdo el "Pisto" Hermosillo (Luego apareció Ramiro Navarro) y su entrenador era José "Chepe" Naranjo.
Arpad Fékete dirigió después al Oro y dirigía desde la banda sentado en un balón.
El Nacional trajo también brasileños a reforzarlo cuando recién ascendió de manos de Javier Novello; Albertinho, Rubens Bertanín un gigantón defensa, Olinto Sampaio Rubini que era un buen centro delantero y un habilidoso extremo izquierdo, Canhoteiro.
Del Nacional surgieron el Cachito Alatorre que se fué a jugar a Cruz azúl junto con Juan Manuel Alejándrez; el "Dumbo" Rodríguez que pasó después al Altas, al igual que Ricardo Chavarín; Javier Bazán que se fué al Monterrey, un recio defensa.
Ese era el pokar de ases del futbol tapatío de los sesenta.
Hasta la próxima: @Campirano Wolff
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