Hay quienes incluso le conocen como “el salón adjunto” porque se ubica a unos metros del edificio del Poder Legislativo y además de recibir cientos de turistas, es sitio de encuentro de políticos y porqué no, también de periodistas.
Se llama "La Fuente" y el año pasado cumplió su primer siglo funcionando. Al mencionarla, quienes han vivido en Guadalajara o conocen un poco de su historia, se remontan a una cantina única en su tipo, porque le da la bienvenida a propios y extraños con una bicicleta colgada justo detrás de la barra.
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Sobre la bicicleta, la historia cuenta que uno de sus clientes en 1957 la olvidó y la conservaron pensando que algún día volvería por ella. Ese día no llegó y con el paso de los años la bicicleta se volvió ícono del lugar, que ha recibido además de diputados y empleados de oficinas gubernamentales de alrededor, a celebridades y turistas de prácticamente todo el mundo.
“Viene un extranjero y nos damos a entender en el idioma que sea, a señas, sacando botellas de cerveza, de tequila, lo que sea”, dijo Rogelio Ignacio Corona, propietario de La Fuente.
El lugar además se convirtió en espacio de exposición de fotografías y diversas obras de artistas nacionales, que pueden apreciarse al mismo tiempo que se bebe y se consumen los alimentos que ahí ofrecen, mientras de fondo suena la música en vivo, también característica del lugar, que identifica a 1985 como un año clave en su crecimiento, porque fue a partir de ese momento cuando permitieron el ingreso a mujeres.
“Antes era de señores mayores, llegamos nosotros (hace casi 35 años) y viene la juventud y en todos los lugares los antros viejos se volvieron de moda y ahora las cantinas son la moda”, explicó don Rogelio, quien además de ser dueño, es cantinero en "La Fuente".
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