Los operativos por parte de la autoridad municipal, pero sobretodo la conciencia de los ciudadanos respecto al uso de losantibióticos, ha disminuido su venta en el mercado informal casiun 70%, afirmó Dagoberto García Mejía, titular de la Comisiónpara la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Jalisco(Coprisjal).
Desde agosto de 2010 en México se prohibió la venta deantibióticos sin receta, al comprobarse que su inadecuadaadministración afectaba al consumidor, pues le generabaresistencia bacteriana.
Al publicarse la restricción en la Ley General de Salud hacemás de siete años, el mercado informal, en el caso de Guadalajarainstalado en los alrededores del Santuario de Guadalupe, creciósus ventas, pero luego fueron disminuyendo y ahora sonmínimas.
“No debemos estarnos recetando, ni comprarantibióticos, primero, porque muchas de las ocasiones estemedicamento ni cubre la dosis adecuada, ni el tiempo necesario deaplicación y sobre todo, a veces no es el antibiótico específicopara cada bacteria y los antibióticos que se administran mal, loúnico que van ocasionar es una resistencia a la bacteria y el díade mañana que el paciente tenga un problema ya no sólo gripal,sino neumónico, que es un problema serio de infección, no tengaun antibiótico de primera línea para poderse atender y requeriráun antibiótico más fuerte”.
Dicha situación, aseguró el especialista, no sólo afecta a lasalud, sino al bolsillo de quienes consumían antibióticos sin ladebida prescripción médica, pues la resistencia bacteriana obligaa tratamientos con un espectro más amplio, “lo que va acondicionar al paciente a tener una resistencia importante quepuede ocasionar un daño y un gasto muy significativo desde elpunto de vista económico”.