/ lunes 7 de noviembre de 2022

Adriana Macías, una mujer que supera sus retos con valentía y coraje

Adriana es una admirable mujer y ejemplo en vida

Con una trayectoria de más de dos décadas dictando conferencias por prácticamente todo el mundo, varios libros escritos y un mensaje de perseverancia, Adriana Macías, la mujer que nació sin brazos, platicó con EL OCCIDENTAL sobre los retos que ha enfrentado y cómo ha sido capaz de superarlos, siempre apoyada de su familia y concentrándose en su objetivo: lograrlos. Es semifinalista del programa español Got Ta-lent y es la primera mexicana en alcanzar el reconocimiento. Ella es madre soltera y ahora el principal impulso para seguirse superando es su hija de 7 años a quien le ha enseñado a vivir la vida y descubrir sus habilidades, así como a ella le enseñaron su mamá y papá cuando desde pequeña comenzaron a otorgarle responsabilidades que fue cumpliendo aún con su discapacidad.

Te recomendamos:

¿Cuál fue la función de tu familia para que llegaras a donde estás?

-Yo soy quien soy por todo el trabajo de mis papás, de mi familia y hay un montón de talento mexicano que es quien es por el gran apoyo de sus papás.

Para las y los mexicanos ¿Cuál sería tu mensaje?

-Además de confiar en nosotros, hace falta el compromiso constante porque las cosas no van a suceder de un día para otro realmente es una disciplina y un trabajo diario, de pasar buenos momentos y no tan buenos momentos, en donde obviamente te sientes con dudas y está bien que pasen esos momentos por nuestra cabeza para analizarnos y reafirmar nuestro sueño y hacernos la pregunta respecto a si realmente eso es lo que quieres y de ser así, reforzar el compromiso a pesar de las adversidades o incluso de las personas que te llegan a decir que no vas a poder.

¿Desde qué etapa hay que comenzar con esa formación?

-Cada día cuenta y muchas veces dejamos ir momentos porque pensamos que somos eternos y la verdad es que no sabemos cuánto tiempo vamos a estar y los niños tienen tanta capacidad, pero limitamos mucho lo que puede llegar a ser cualquier ser humano.

En tu caso ¿desde qué etapa comenzó el compromiso y la confianza?

-Mis papás empezaron a ver que jugaba a las muñecas con los pies, entonces decidieron que también podía tender la cama y de una limitación se dieron cuenta de la creatividad y de que algo podía suceder y de la diversión pasamos a la responsabilidad, a tener disciplina y un compromiso porque desde chica mis papás me dejaron sola y pensaron en motivarme, no pensaron en resolverme la vida.

¿Crees que todos los padres deberían tomar la función de motivadores en vez de solucionadores?

-Claro, hay que buscar la manera de motivar a nuestros hijos. Algo que sirve muchísimo es estar abiertos a observar la manera en que cada uno resolvemos la vida porque cada uno tenemos nuestra manera de resolver las cosas. Mis papás con brazos al verme nacer sin brazos pudieron pensar en ponerme unas prótesis, porque queremos enseñar a los hijos a que vivan la vida como la conocemos, sin darles espacio de ponerse creativos y diseñar su manera de hacer las cosas, algo que es importante para que nuestros hijos se vayan guiando en su caminar por la vida.

¿Cómo ha sido ahora como mamá enseñarle a tu hija a hacer las cosas?

-Mi hija tiene sus brazos y piernas y tuve que enseñarle a vestirse, a escribir con las manos, aunque yo no tengo manos. Cuando empezó la pandemia y mandaron a los niños a la casa para el confinamiento mi hija tenía 3 años y ella estaba apenas aprendiendo a tomar correctamente el lápiz y enseñarla a tomarlo con la mano fue un reto, pero hay que abrirnos a ver cuál es la manera en que a nuestros hijos les es más funcional y se van a sentir cómodos para sacarle el máximo provecho a cada uno de sus diferentes talentos y por eso no hay que limitarlos o enseñarles las cosas como nosotros sabemos hacerlas.

¿Cuál es el mensaje que te gustaría dejar para la posteridad?

-Las limitaciones están donde tú las pones; es tu responsabilidad trabajar, seguir tu sueño, enfocarte, confiar en ti, en quien eres tú. Yo tuve el honor de poner el nombre de México muy en alto en otro país y me siento contenta. Me siento muy honrada, muy orgullosa como mexicana de compartir esto que somos los mexicanos porque muchas veces compartimos un montón de cosas negativas, pero se nos olvida compartir todo el orgullo, todo el talento de las familias mexicanas. Mi mensaje es de confiar en ti mismo, en tu misión y yo iba a eso, no ha sobre salir de nadie, sino compartir que cada quien debe confiar en sus propios talentos, en todas sus virtudes.

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    Con una trayectoria de más de dos décadas dictando conferencias por prácticamente todo el mundo, varios libros escritos y un mensaje de perseverancia, Adriana Macías, la mujer que nació sin brazos, platicó con EL OCCIDENTAL sobre los retos que ha enfrentado y cómo ha sido capaz de superarlos, siempre apoyada de su familia y concentrándose en su objetivo: lograrlos. Es semifinalista del programa español Got Ta-lent y es la primera mexicana en alcanzar el reconocimiento. Ella es madre soltera y ahora el principal impulso para seguirse superando es su hija de 7 años a quien le ha enseñado a vivir la vida y descubrir sus habilidades, así como a ella le enseñaron su mamá y papá cuando desde pequeña comenzaron a otorgarle responsabilidades que fue cumpliendo aún con su discapacidad.

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    ¿Cuál fue la función de tu familia para que llegaras a donde estás?

    -Yo soy quien soy por todo el trabajo de mis papás, de mi familia y hay un montón de talento mexicano que es quien es por el gran apoyo de sus papás.

    Para las y los mexicanos ¿Cuál sería tu mensaje?

    -Además de confiar en nosotros, hace falta el compromiso constante porque las cosas no van a suceder de un día para otro realmente es una disciplina y un trabajo diario, de pasar buenos momentos y no tan buenos momentos, en donde obviamente te sientes con dudas y está bien que pasen esos momentos por nuestra cabeza para analizarnos y reafirmar nuestro sueño y hacernos la pregunta respecto a si realmente eso es lo que quieres y de ser así, reforzar el compromiso a pesar de las adversidades o incluso de las personas que te llegan a decir que no vas a poder.

    ¿Desde qué etapa hay que comenzar con esa formación?

    -Cada día cuenta y muchas veces dejamos ir momentos porque pensamos que somos eternos y la verdad es que no sabemos cuánto tiempo vamos a estar y los niños tienen tanta capacidad, pero limitamos mucho lo que puede llegar a ser cualquier ser humano.

    En tu caso ¿desde qué etapa comenzó el compromiso y la confianza?

    -Mis papás empezaron a ver que jugaba a las muñecas con los pies, entonces decidieron que también podía tender la cama y de una limitación se dieron cuenta de la creatividad y de que algo podía suceder y de la diversión pasamos a la responsabilidad, a tener disciplina y un compromiso porque desde chica mis papás me dejaron sola y pensaron en motivarme, no pensaron en resolverme la vida.

    ¿Crees que todos los padres deberían tomar la función de motivadores en vez de solucionadores?

    -Claro, hay que buscar la manera de motivar a nuestros hijos. Algo que sirve muchísimo es estar abiertos a observar la manera en que cada uno resolvemos la vida porque cada uno tenemos nuestra manera de resolver las cosas. Mis papás con brazos al verme nacer sin brazos pudieron pensar en ponerme unas prótesis, porque queremos enseñar a los hijos a que vivan la vida como la conocemos, sin darles espacio de ponerse creativos y diseñar su manera de hacer las cosas, algo que es importante para que nuestros hijos se vayan guiando en su caminar por la vida.

    ¿Cómo ha sido ahora como mamá enseñarle a tu hija a hacer las cosas?

    -Mi hija tiene sus brazos y piernas y tuve que enseñarle a vestirse, a escribir con las manos, aunque yo no tengo manos. Cuando empezó la pandemia y mandaron a los niños a la casa para el confinamiento mi hija tenía 3 años y ella estaba apenas aprendiendo a tomar correctamente el lápiz y enseñarla a tomarlo con la mano fue un reto, pero hay que abrirnos a ver cuál es la manera en que a nuestros hijos les es más funcional y se van a sentir cómodos para sacarle el máximo provecho a cada uno de sus diferentes talentos y por eso no hay que limitarlos o enseñarles las cosas como nosotros sabemos hacerlas.

    ¿Cuál es el mensaje que te gustaría dejar para la posteridad?

    -Las limitaciones están donde tú las pones; es tu responsabilidad trabajar, seguir tu sueño, enfocarte, confiar en ti, en quien eres tú. Yo tuve el honor de poner el nombre de México muy en alto en otro país y me siento contenta. Me siento muy honrada, muy orgullosa como mexicana de compartir esto que somos los mexicanos porque muchas veces compartimos un montón de cosas negativas, pero se nos olvida compartir todo el orgullo, todo el talento de las familias mexicanas. Mi mensaje es de confiar en ti mismo, en tu misión y yo iba a eso, no ha sobre salir de nadie, sino compartir que cada quien debe confiar en sus propios talentos, en todas sus virtudes.

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