/ lunes 31 de octubre de 2022

¿Disfrazarnos es terapéutico? Todos los beneficios que trae consigo ponerse un disfraz

Un disfraz nos permite ser alguien diferente aunque sea un día

Las fiestas de disfraces son lo más normal en estas fechas donde Halloween y Día de Muertos son el motivo de reuniones y festividades. Algunas personas se toman muy en serio su vestimenta y prevén cada detalle para su disfraz, otras personas lo dejan para último minuto e improvisan con lo que tienen en casa, lo que sí es un hecho es que disfrazarnos siempre resulta divertido. La pregunta es por qué.

La acción de disfrazarnos está relacionada con fiesta, juego y diversión. Y aunque muchos lo hacen para cumplir con el requisito de vestimenta, el hecho de caracterizarnos como otros personajes tiene algunos beneficios que veremos a continuación.

Te recomendamos:

Cada persona cumple en su día a día un rol social que funciona como un personaje: hijo deportista, mamá responsable, gerente exitoso, oficinista destacado, etcétera. Un disfraz nos permite ser alguien diferente aunque sea un día, también nos permite jugar y experimentar otras personalidades que no estamos acostumbrados a mostrar por miedo a ser juzgados, sin embargo, bajo el pretexto del disfraz está permitido y bien visto.

Un disfraz eleva la autoestima

Caracterizarnos como un personaje que admiramos o simplemente estar satisfecho con el disfraz que elegimos eleva nuestra autoconfianza y por ende, nuestra autoestima. Disfrazarnos tiene la capacidad de desinhibirnos y expresarnos de una forma diferente. También nos permite cumplir sueños momentáneos, quizás si alguien soñaba con ser una celebridad famosa, puede experimentarlo a través de un disfraz.

Sin miedo al cambio

La rutina diaria determina en gran medida nuestra personalidad: lo que solemos hacer, las personas con las que platicamos a menudo, los lugares a los que acudimos con frecuencia, entre otros factores. Darte la oportunidad de probar una nueva apariencia y una conducta que rompe con tu carácter te ayuda a reinventarte, a ver los cambios como algo positivo y sobre todo a improvisar.

Quizás un disfraz te ayude a descubrir nuevas maneras de llevar el cabello o formas de vestir que te gustaría implementar en tu vida.

La rutina diaria determina en gran medida nuestra personalidad. Foto. Mikhail Nilov | Pexels

Hacer el ridículo puede ser divertido

El miedo al ridículo es sólo un limitante para hacer ciertas cosas, el pensar en el qué dirán no nos suma nada positivo. Cuando nos disfrazamos estamos jugando, muchas cosas que podrían resultar absurdas o ridículas en el contexto de una fiesta de disfraces está admitido, incluso es celebrado por los asistentes. Así que si estás planeando disfrazarte en Halloween no temas al ridículo, sólo diviértete.

Es terapéutico

Varias técnicas psicoterapéuticas para niños proponen el disfraz como una gran herramienta para facilitar que el paciente exprese cosas y situaciones que por mucho tiempo no había podido externar.

Disfrazarnos disminuye los niveles de estrés, ¿te has fijado cómo en una fiesta de Halloween todos lucen más relajados y contentos? Jugar que eres alguien más puede ser relajante y deslindarte de preocupaciones aunque sea por unos momentos.

Disfrazarnos disminuye los niveles de estrés. Foto. Daisy Anderson | Pexels

Las fiestas de disfraces son lo más normal en estas fechas donde Halloween y Día de Muertos son el motivo de reuniones y festividades. Algunas personas se toman muy en serio su vestimenta y prevén cada detalle para su disfraz, otras personas lo dejan para último minuto e improvisan con lo que tienen en casa, lo que sí es un hecho es que disfrazarnos siempre resulta divertido. La pregunta es por qué.

La acción de disfrazarnos está relacionada con fiesta, juego y diversión. Y aunque muchos lo hacen para cumplir con el requisito de vestimenta, el hecho de caracterizarnos como otros personajes tiene algunos beneficios que veremos a continuación.

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Cada persona cumple en su día a día un rol social que funciona como un personaje: hijo deportista, mamá responsable, gerente exitoso, oficinista destacado, etcétera. Un disfraz nos permite ser alguien diferente aunque sea un día, también nos permite jugar y experimentar otras personalidades que no estamos acostumbrados a mostrar por miedo a ser juzgados, sin embargo, bajo el pretexto del disfraz está permitido y bien visto.

Un disfraz eleva la autoestima

Caracterizarnos como un personaje que admiramos o simplemente estar satisfecho con el disfraz que elegimos eleva nuestra autoconfianza y por ende, nuestra autoestima. Disfrazarnos tiene la capacidad de desinhibirnos y expresarnos de una forma diferente. También nos permite cumplir sueños momentáneos, quizás si alguien soñaba con ser una celebridad famosa, puede experimentarlo a través de un disfraz.

Sin miedo al cambio

La rutina diaria determina en gran medida nuestra personalidad: lo que solemos hacer, las personas con las que platicamos a menudo, los lugares a los que acudimos con frecuencia, entre otros factores. Darte la oportunidad de probar una nueva apariencia y una conducta que rompe con tu carácter te ayuda a reinventarte, a ver los cambios como algo positivo y sobre todo a improvisar.

Quizás un disfraz te ayude a descubrir nuevas maneras de llevar el cabello o formas de vestir que te gustaría implementar en tu vida.

La rutina diaria determina en gran medida nuestra personalidad. Foto. Mikhail Nilov | Pexels

Hacer el ridículo puede ser divertido

El miedo al ridículo es sólo un limitante para hacer ciertas cosas, el pensar en el qué dirán no nos suma nada positivo. Cuando nos disfrazamos estamos jugando, muchas cosas que podrían resultar absurdas o ridículas en el contexto de una fiesta de disfraces está admitido, incluso es celebrado por los asistentes. Así que si estás planeando disfrazarte en Halloween no temas al ridículo, sólo diviértete.

Es terapéutico

Varias técnicas psicoterapéuticas para niños proponen el disfraz como una gran herramienta para facilitar que el paciente exprese cosas y situaciones que por mucho tiempo no había podido externar.

Disfrazarnos disminuye los niveles de estrés, ¿te has fijado cómo en una fiesta de Halloween todos lucen más relajados y contentos? Jugar que eres alguien más puede ser relajante y deslindarte de preocupaciones aunque sea por unos momentos.

Disfrazarnos disminuye los niveles de estrés. Foto. Daisy Anderson | Pexels

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