Cuando Valeria Romero finalmente se decidió buscar mejorar su imagen física a través de una serie de cirugías estéticas no se imaginó el calvario que pasaría y que la tiene con riesgo latente de no despertar ya que las sustancias que le inyectaron se convirtieron en silicón que viaja por todo su cuerpo.
En el 2017 cuando tenía alrededor de 28 años acudió con un médico para poder aumentarse el busto a través de un implante y lo que le dio confianza es que en su consultorio ubicado en la zona de La Calma, tenía diplomas y certificados que lo avalaban como cirujano plástico, pero no se imaginó que ese sería el inicio de su pesadilla.
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“Obviamente vas con toda la ilusión porque lo que quieres es un cambio positivo de la imagen” para sentirse bien con uno mismo. “me manda a hacer unos análisis, me programa y a la semana ya estoy operada, todo iba bien, despierto de la cirugía, el doctor ya no estaba, la enfermera sólo me dio la receta y ya, fue todo”, explicó.
Ella llegó a las manos de este médico (que ya tiene demandado y por cuestiones de procedimiento se reservó el nombre pero hay alrededor de cinco denuncias en su contra) y al salir del lugar en donde la operó, aparentemente todo iba bien conforme a lo establecido en las pláticas, por lo que pagó poco más de 40 mil pesos y la de glúteos 24 mil.
“Pero a los meses veo que el implante derecho se empieza ir de lado, le habló al doctor” para saber qué pasaba, la revisó y la programa para una mastopexia para acomodar el implante y “antes de esta situación me ofrecen inyectarme ácido hialurónico en los glúteos, me dicen que es lo mejor, que es menos invasivo que ponerme implantes y accedo” y para ambas intervenciones no le solicita más estudios de laboratorio pero sí le cobró más de 10 mil pesos.
Inyectarse “ácido hialurónico” era porque ella señaló que no tenía los suficientes y lo vio como una forma de darle una imagen más estilizada a su cuerpo. “Después de hacerme la mastopexia y al día siguiente me meto a bañar, me hago la limpieza y veo que en la gaza hay mucha pus, le mando un mensaje y le preguntó qué pasa, responde que es normal por la manipulación”.
Sin embargo a en los siguientes días su pezón derecho se comienza a oscurecer y le sale una costra, el médico le señala que todo está bien pero “me levantaba la costra y lo que veía era un hoyo, ya no tenía pezón, le comento y me bloquea” y a partir de entonces ya no hay contacto con él ni la quiso recibir.
Tras lo cual decide ir con otro médico y ahí llegó una desagradable noticia y es “me dice que obviamente mi pezón estaba necrosado, se murió y por no atenderme rápido por dentro de la mama comenzó a necrosarse, me realizaron tres limpiezas quirúrgicas, me quedó un hoyo”, pero ahí no quedó el tema al comentarle lo de la infiltración del ácido el nuevo médico le dijo que por el precio no era eso, le hizo una resonancia magnética y resultaron ser polímeros, en pocas palabras silicón. En todo esto lleva gastado poco más de 100 mil pesos.
Lo peor de todo es que no puede sanarse al 100% porque tiene que realizarse una tercer biopsia porque las dos anteriores “me las tumbaron por tiempo, porque en la primera no hubo perito, esta tercera ellos pidieron un perito para ver que la muestra sí me la sacan a mi”. La denuncia ya está en los juzgados, tiene que ir a firmar cada primero de mes .
Francisco Martín Preciado Figueroa, titular de la Comisión de Arbitraje Médico de Jalisco (CAMEJAL) dijo que en lo que va del año se han presentado 10 quejas entre médicos cirujanos plásticos y los que hacen medicina estética sin ser plásticos, “no son cirujanos plásticos certificados los que tienen este tipo de quejas, tenemos médicos generales que colocan implantes mamarios".
COLEGIOS PIDEN SE NORME LA ACTIVIDAD ESTÉTICA
Ante la serie de casos que se han dado a conocer y los miles que no salen a la luz pública sobre operaciones estéticas, los cirujanos plásticos y estéticos colegiados piden a las autoridades que se norme esta actividad y se armonice la ley estatal con la federal ya que eso genera una serie de lagunas en perjuicio de los pacientes que llegan a caer en manos de quienes no están capacitados para ejercer la medicina estética.
Ignacio González García, presidente del Colegio y Sociedad de Cirujanos Plásticos, Estéticos y Reconstructivos de Jalisco, indicó que de poco sirve hacer una homologación de esas leyes “si no tenemos una adecuación del código penal para finca responsabilidades y esa es la razón por la cual muchos casos quedan impunes, Guadalajara es una zona geográfica con reconocimiento internacional en este tipo de servicios y estamos detrás de Tijuana”.
Agregó que con eso “no es que estemos en contra de determinado grupo o gremio, simplemente detectamos que hay un problema de salud pública que tiene que ver con un ejercicio de la especialidad de no muy buena forma, es por eso que nosotros señalamos que parte de las obligaciones que tenemos como colegio es ser vigilantes de una buen práctica de la profesión que nos compete, además de una actualización continua para tratar de ofrecer los más altos estándares de atención”, dijo.
Ante este contexto dijo que han detectado un problema que afecta la salud de los pacientes y que en el mejor de los casos “son secuelas que se dejan de manera permanente o deformidades y daños muy severos y que desgraciadamente cuando volteamos a ver el tema es porque ya hay un desenlace fatal como es una defunción”.
Es por eso que buscan poner de su parte para que se regularice o regule el ejercicio de la cirugía plástica en Jalisco tal como se ha hecho en otras ciudades y ya presentaron una iniciativa en donde proponen que sean médicos con especialidad certificada y prácticas en hospitales en esta área, sean los que puedan realizar los procedimientos estéticos y no médicos que se capacitan en línea.
CAMEJAL TIENE REPORTES DE 10 CASOS
Toda aquella persona que haya sido afectada por una mala práctica estética puede recurrir a la Comisión de Arbitraje Médico de Jalisco (CAMEJAL) para interponer su queja y que se inicie un proceso de sanción en contra de quien realizó el procedimiento quirúrgico sin estar capacitado o bajo condiciones que pusieron en riesgo la vida de los pacientes, explicó el titular de la dependencia, Francisco Martín Preciado Figueroa.
En lo que va del año se han presentado 10 quejas entre médicos cirujanos plásticos y también los que hacen medicina estética sin ser plásticos, “en total con cerca de 10, mayoritariamente son personas que no son cirujanos plásticos certificados los que tienen este tipo de quejas, tenemos médicos generales que colocan implantes mamarios, egresados de una maestría en medicina estética y se ponen a operar, cirujanos generales que se meten a áreas que no les corresponden
Dijo que “nosotros hemos pugnado por alertar a las personas que son usuarias de servicios de salud para que acudan con personas que verdaderamente estén capacitadas académicamente en el área que estén ofertando” indicó
Preciado Figueroa explicó que si se es víctima de una mala práctica en la Comisión se puede interponer una queja para poder mediar en el conflicto y llegar a una solución tras analizar, revisar y reconstruir el acto denunciado.
“En la medicina estética hay una responsabilidad compartida entre los usuarios y los prestadores de servicios que es precisamente ofrecer lo que nosotros decimos que estamos preparados para ofrecer y si soy cirujano plástico, debo haber hecho una especialidad que dura cuatro años de cirugía general y luego una subespecialidad que dura otros cuatro años en una práctica hospitalaria que luego permiten la certificación”, indicó.
Dijo que tratarse con un médico certificado no garantiza que no pueda haber una reacción adversa a un procedimiento pero puede tener la suficiente capacidad para enfrentar la complicación y las quejas que se interponen en esa comisión son por resultados que el paciente considera no son los que le ofreció el médico.
Pero en el caso de los médicos que actúan sin estar certificados para ello las quejas son por “resultados adversos con graves complicaciones faciales, quemaduras químicas, defectos en el relleno o el uso de sustancias como el ácido hialurónico o la toxina botulínica” porque se realizan en consultorios habilitados como quirófano, entre otras.
