/ lunes 13 de junio de 2022

Papás zoológicos: Conoce la crianza de algunas especies

La paternidad se vive de manera distinta en un zoológico

Hay papás que se desviven en el cuidado y atención de sus crías, pero otros, son totalmente aislados hasta abandonarlos. En el mundo animal, la paternidad es diferente de acuerdo con su especie.

Entre los animales, la paternidad de quienes viven en el agua, en la tierra y en el aire tienen una forma diferente en la producción, crianza y vida cotidiana; hay quienes comparten el cuidado y enseñan a sus hijas e hijos a sobrevivir en el reino animal.

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EL OCCIDENTAL platicó con especialistas del Zoológico de Guadalajara, quienes compartieron las cualidades y actitudes de los papás como son el caballito del mar, del pingüino, de la guacamaya militar, del gorila y de los reptiles.

En el caballito del mar se da principalmente el cortejo, el macho realiza un baile para acercarse a la hembra, cuando ella lo acepta se entrelazan las colas, y es cuando la mamá deposita en el saco del macho los huevos, ya fecundados, él los va a mantener de 14 a 28 días para dar a luz a las crías completamente vivas.

El veterinario Ricardo Iván Madrigal López, encargado del Acuario, explicó que una vez que están formados, el papá caballitos del mar tiene contracciones y comienza a aventar entre 100 a 200 alevines de caballitos, principalmente en una zona donde haya alimentación.

“Una vez que termina de liberar todos sus caballitos, hasta ahí llegó su paternidad, ya ellos son perfectamente capacitados para conseguir su propio alimento y va en busca en busca de otra pareja. No son parejas fijas, se manejan dentro de la misma colonia, no está siempre con la mamá como tal. La mamá pasa el huevo y ella se va”.

El caballito del mar tiene dos épocas reproductivas marzo- abril y en agosto. Al año pueden expulsar mil 500 alevines desde 4 a 18 centímetros en un tiempo de media hora a una hora.

Los pingüinos son paternales. Mamá y papá asumen la función de formar y cuidar el huevo, sin embargo, el macho juega un papel muy importante, permanecen más tiempo incubando hasta que nace, duran tres veces más de tiempo que las hembras en el nido.

La médico veterinario zootecnista, Daniela Fernández encargada del área de pingüinos, describe el rol que tiene cada uno: “Hay unas hembras que duran tres horas incubando el huevo, y en cambio el macho hay veces que dura hasta 72 horas, incluso hemos tenido machos que durante siete días seguidos sin moverse del nido para cuidar a sus pollitos o en este caso el huevo”.

En cuanto el pingüino nace, el papá lo identifica por el sonido y comienza a guiarlo. A los 21 días, cuando el bebé inicia a explorar el lugar, el papá está atento para evitar algún accidente, como caer al estanque de agua, debido a que sus plumas aún no están aptas para nadar.

Mientras que, la guacamaya militar es monógama y sociable. La mamá y el papá se dividen las tareas de la crianza; cuando la guacamaya está incubando, el papá le lleva comida o cuida del bebé para que ella vaya a comer.

Esta especie es una familia solidaria, platica la bióloga Erika de la Mora, encargada de las guacamayas verdes: “La hembra se queda los primeros meses de vida del pollo, pero el macho también le ayuda al finalizar la crianza, el papa se hace cargo. Es una alianza entre los dos super bonita para poder sacar a los pollos adelante”.

A los seis meses, sale el plumaje de las guacamayas bebés y comienzan a ver a sus papás a volar y aterrizar, identifican el tipo de alimentación “El padre los adiestra a volar, que sí y que no deben de comer, no deben de bajar, a estar en grupo son aves sociables, les van enseñando cómo ser guacamayo afuera”.

En el Zoológico Guadalajara, están los gorilas “Chencha” la mamá y “Faustina” hija, caminan por el prado cómodamente, después de hacer sus ejercicios matutinos y desayunar. Después se echan un sueño y juegan entre ellas.

Faustina, cambió un poquito, hace una década falleció su papá gorila “Chato”. Él era muy juguetón, consentidor y protector con ella. El médico veterinario zootecnista, Carlos Gómez Medina, encargado del área de primates en el Zoológico Guadalajara, mencionó que los gorilas son sumamente pacientes con sus hijas e hijos al ser inquietos y juguetones.

“Tienen mayor grado de paciencia los de espalda plateada, los machos, tienen que aguantar los juegos, que se les encima los bebés, que les jalan el pelo; son animales pacientes y cariñosos, si tienen a desarrollar esos vínculos de apego y afectivo con su tropa, y se preocupan por ellos”.

En cambio, los reptiles están totalmente aislados. El biólogo Ricardo Dávalos encargado del herpetario los describe como “malos e inteligentes”, pero hace énfasis en que son papás que no cuidan en sus crías “No hay cuidados. La función del macho en la etapa reproductiva únicamente es la cópula, la portación del material genético y hasta ahí llegan”.

Incluso, comentó que algunas especies al encontrarse a sus propias crías “se las pueden tragar, la hembra es la que las protege cuando sale del huevo”.

En el mundo animal, los papás pueden ser quienes fecundan, crían, alimentan, protegen y cuidan a su manada, pero también, hay otros en que su naturaleza es retirarse y desconocen a sus propios bebés.

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  • Hay papás que se desviven en el cuidado y atención de sus crías, pero otros, son totalmente aislados hasta abandonarlos. En el mundo animal, la paternidad es diferente de acuerdo con su especie.

    Entre los animales, la paternidad de quienes viven en el agua, en la tierra y en el aire tienen una forma diferente en la producción, crianza y vida cotidiana; hay quienes comparten el cuidado y enseñan a sus hijas e hijos a sobrevivir en el reino animal.

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    EL OCCIDENTAL platicó con especialistas del Zoológico de Guadalajara, quienes compartieron las cualidades y actitudes de los papás como son el caballito del mar, del pingüino, de la guacamaya militar, del gorila y de los reptiles.

    En el caballito del mar se da principalmente el cortejo, el macho realiza un baile para acercarse a la hembra, cuando ella lo acepta se entrelazan las colas, y es cuando la mamá deposita en el saco del macho los huevos, ya fecundados, él los va a mantener de 14 a 28 días para dar a luz a las crías completamente vivas.

    El veterinario Ricardo Iván Madrigal López, encargado del Acuario, explicó que una vez que están formados, el papá caballitos del mar tiene contracciones y comienza a aventar entre 100 a 200 alevines de caballitos, principalmente en una zona donde haya alimentación.

    “Una vez que termina de liberar todos sus caballitos, hasta ahí llegó su paternidad, ya ellos son perfectamente capacitados para conseguir su propio alimento y va en busca en busca de otra pareja. No son parejas fijas, se manejan dentro de la misma colonia, no está siempre con la mamá como tal. La mamá pasa el huevo y ella se va”.

    El caballito del mar tiene dos épocas reproductivas marzo- abril y en agosto. Al año pueden expulsar mil 500 alevines desde 4 a 18 centímetros en un tiempo de media hora a una hora.

    Los pingüinos son paternales. Mamá y papá asumen la función de formar y cuidar el huevo, sin embargo, el macho juega un papel muy importante, permanecen más tiempo incubando hasta que nace, duran tres veces más de tiempo que las hembras en el nido.

    La médico veterinario zootecnista, Daniela Fernández encargada del área de pingüinos, describe el rol que tiene cada uno: “Hay unas hembras que duran tres horas incubando el huevo, y en cambio el macho hay veces que dura hasta 72 horas, incluso hemos tenido machos que durante siete días seguidos sin moverse del nido para cuidar a sus pollitos o en este caso el huevo”.

    En cuanto el pingüino nace, el papá lo identifica por el sonido y comienza a guiarlo. A los 21 días, cuando el bebé inicia a explorar el lugar, el papá está atento para evitar algún accidente, como caer al estanque de agua, debido a que sus plumas aún no están aptas para nadar.

    Mientras que, la guacamaya militar es monógama y sociable. La mamá y el papá se dividen las tareas de la crianza; cuando la guacamaya está incubando, el papá le lleva comida o cuida del bebé para que ella vaya a comer.

    Esta especie es una familia solidaria, platica la bióloga Erika de la Mora, encargada de las guacamayas verdes: “La hembra se queda los primeros meses de vida del pollo, pero el macho también le ayuda al finalizar la crianza, el papa se hace cargo. Es una alianza entre los dos super bonita para poder sacar a los pollos adelante”.

    A los seis meses, sale el plumaje de las guacamayas bebés y comienzan a ver a sus papás a volar y aterrizar, identifican el tipo de alimentación “El padre los adiestra a volar, que sí y que no deben de comer, no deben de bajar, a estar en grupo son aves sociables, les van enseñando cómo ser guacamayo afuera”.

    En el Zoológico Guadalajara, están los gorilas “Chencha” la mamá y “Faustina” hija, caminan por el prado cómodamente, después de hacer sus ejercicios matutinos y desayunar. Después se echan un sueño y juegan entre ellas.

    Faustina, cambió un poquito, hace una década falleció su papá gorila “Chato”. Él era muy juguetón, consentidor y protector con ella. El médico veterinario zootecnista, Carlos Gómez Medina, encargado del área de primates en el Zoológico Guadalajara, mencionó que los gorilas son sumamente pacientes con sus hijas e hijos al ser inquietos y juguetones.

    “Tienen mayor grado de paciencia los de espalda plateada, los machos, tienen que aguantar los juegos, que se les encima los bebés, que les jalan el pelo; son animales pacientes y cariñosos, si tienen a desarrollar esos vínculos de apego y afectivo con su tropa, y se preocupan por ellos”.

    En cambio, los reptiles están totalmente aislados. El biólogo Ricardo Dávalos encargado del herpetario los describe como “malos e inteligentes”, pero hace énfasis en que son papás que no cuidan en sus crías “No hay cuidados. La función del macho en la etapa reproductiva únicamente es la cópula, la portación del material genético y hasta ahí llegan”.

    Incluso, comentó que algunas especies al encontrarse a sus propias crías “se las pueden tragar, la hembra es la que las protege cuando sale del huevo”.

    En el mundo animal, los papás pueden ser quienes fecundan, crían, alimentan, protegen y cuidan a su manada, pero también, hay otros en que su naturaleza es retirarse y desconocen a sus propios bebés.

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