El director deportivo de Chivas, Ricardo Peláez, terminó su ciclo en el Club Guadalajara, tras una reunión con Amaury Vergara y el resto de la directiva, quienes le informaron que ya no podía seguir y aceptó.
"Ellos (la familia) llegaron a la conclusión de que no debo continuar", comentó al aparecer ante los medios de comunicación.
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Dijo que debe de haber un cambio de rumbo, "mover a un técnico y cuatro o cinco jugadores no alcanza", añadió.
Reconoció que hubo fracasos -aunque a Amaury no le gusta esa palabra- "fallas" de ambas partes y principalmente suyas. “Me faltaron muchas cosas, me dieron todas las herramientas y me faltaron los jugadores que vengan a cambiarnos la vida, hace falta un cambio de rumbo en este momento, lo que merece la afición y esta familia”.
Indicó que todo el tiempo tuvo el apoyo y la comunicación directa con Amaury, con quien dialogaba casi a diario. Hoy, comentó, se va y está dispuesto a apoyar a quien llegue en algunas renovaciones de contratos y otros pendientes que quedan.
Fallé en muchos temas, incluyendo en la contratación de algunos jugadores, reconoce Ricardo Peláez, que convocó a lo que aseguró "es mi rueda de prensa y puedo decir lo que quiera". Agradeció a sus padres, su esposa y a su hija -de quienes estuvo alejado por esta tarea-, al Cruz Azul, al América y a Televisa, pero también a la familia Chiva.
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Entre repechaje y semifinal, fue el promedio del paso de Peláez, quien aseguró que quien llegue tiene forzosamente que buscar el campeonato.
Aseguró que en materia disciplinaria se hizo lo correcto y fueron separados cuatro jugadores del plantel. "No estoy para que se me agradezca nada", sentenció.
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