La travesía de Guillermo Ochoa en el futbol europeo ha sido de muchos claroscuros, pues si bien en algunos partidos ha sido determinante para que su equipo en cuestión no se vea seriamente perjudicado, otras tantas se ha visto goleado de manera estrepitosa, constante que mantuvo desde su debut con las Águilas del América; muchos goles de los rivales se deben a que el arquero se ha "aferrado" a no salir de su portería, lugar en el que se ha sentido cómodo y en el pecado llevó la penitencia.
Su primera aparición en la Primera División de México se dio a principios del año 2004, cuando el Ave era dirigido por el neerlandés Leo Benhakker, quien le dio la oportunidad de custodiar una de las porterías más importantes del país, tras una lesión del entonces titular Adolfo Ríos. Es entonces desde que vio la luz en la Liga MX, el guardavallas recibió la cantidad de 525 dianas, desde el Apertura 2004 hasta su partida en el 2011.
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Su andar fuera de México fue en Francia con el modesto Ajaccio y aunque llegó como la carta más fuerte de la institución, en sus dos juegos con su nuevo suéter ante el Bordeaux y la Real Sociedad, respectivamente, se llevó seis goles; ambos cotejos los perdió. En su juego inicial con el club galo en la Ligue 1 se enfrentó al Toulouse, perdiendo 2-0. Esos ocho goles solo eran el inicio del calvario y partió de Francia a mediados del 2014 con 186 anotaciones a cuestas.
La necedad por querer brillar en el mejor futbol del planeta lo llevaron a España, esta vez a enfundarse con los colores del Málaga, el 1 de agosto de ese año mundialista, teniendo como "rival" en el puesto al camerunés Carlos Kameni, con quien no tuvo una buena relación; ahí permaneció hasta 2016 llevándose solamente 19 tantos. Al no ver la oportunidad de jugar y el roce con su colega, fue en busca de mejor suerte y es cuando se va transferido al Granada, club en el que permanece un año y 82 festejos en su contra. Su siguiente destino fue Bélgica con el Standar de Lieja y ahí, en un lapso de dos años y medio (mediados del 2017 al 2019), se "comió" 113 balones, mientras que en su actual institución, el Salernitana, del 2022 a la fecha le han "encajado" 71 esféricos en la red.
Esa "comodidad" del meta jalisciense ha sido duramente criticada por un arquero histórico de Coapa como lo es Héctor Miguel Zelada, quien se le fue duro y a la cabeza por no saber salir ni jugar el área y desde su óptica, es por ello que el melenudo futbolista no ha podido fichar con clubes grandes del viejo continente.
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