“Me pareció una autora muy diferente a todo lo que había leído de otros autores, era crítica del sistema político mexicano, el manejo del tiempo, su lenguaje, las metáforas, me parecían tan ricas y líricas, que desde ese momento me cautivó y comenzó mi proyecto sobre Elena Garro” Patricia Rosas Lopategui, fragmento de la entrevista con la periodista Adriana Cortés.
Se ha dicho en infinidad de ocasiones que una mujer con conocimiento es una mujer peligrosa y déjenme decirles que Elena Garro no fue la excepción. Fue peligrosa para su familia, para su marido, para sus amistades, para la sociedad en la que se desenvolvía y hasta para el gobierno mexicano del presidente Gustavo Díaz Ordaz, por lo que se creó una leyenda negra en torno a ella. La descalificaron y hasta la juzgaron en más de una ocasión como “loca”, pero no lo estaba, sólo, sabía demasiado.
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A lo largo de toda su vida y aún después de su muerte, se decía que estuvo involucrada en ciertos escándalos. Que colaboró con el gobierno mexicano como espía y traidora, denunciando a intelectuales para destruir el movimiento estudiantil de 1968 y que después de tal masacre, se exilió a Europa. También que participó en las averiguaciones sobre el asesinato de John F. Kennedy, ya que ella notificó en 1964 ante la CIA en México al supuesto asesino tal como se lee en su declaración, en el cual dijo lo siguiente: “vio a Lee Harvey Oswald en una fiesta en casa de su primo, Rubén Durán, cuando Oswald estaba en México antes del asesinato de Kennedy” pero J. Edgar Hoover, director del FBI no tomó en serio su confesión y la descartó, hecho que frustró al investigador Charles Thomas quien intentó convencer a las autoridades sobre la autenticidad de las declaraciones de Garro.
El poder de la pluma de esta extraordinaria escritora mexicana le causó muchos problemas. Tuvo que exiliarse por amenazas recibidas del gobierno de Díaz Ordaz, pasando penurias económicas en Europa junto con su hija Helena Paz Garro hasta el final de su vida. El gobierno la prefería callada, su exmarido, Octavio Paz, premio nobel de literatura, un genio con rasgos machistas propios de su tiempo, deseaba controlarla desde el primer día de su noviazgo, como lo comenta la doctora en literatura Patricia Rosas Lopategui. Pero una mujer valiente habla y escribe sin miedo, denuncia, marcha a favor de los derechos humanos, estudiantiles, por el derecho animal y sobre los derechos de las mujeres, tal como ella lo realizó Elena mientras vivía.
En una de sus entrevistas con la periodista Adriana Cortés, Patricia Rosas Lopategui cuenta su experiencia cuando leyó el libro de Elena Garro Los Recuerdos del Porvenir (1963): “me pareció una autora muy diferente a todo lo que había leído de otros autores, era crítica del sistema político mexicano, el manejo del tiempo, su lenguaje, las metáforas, me parecían tan ricas y líricas, que desde ese momento me cautivó y comenzó mi proyecto sobre Elena Garro”. Se piensa que Elena Garro con esta novela, fue la precursora del realismo mágico, ya que fue escrita cuatro años antes que Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez.
Después de su ostracismo escaseaban los libros que Garro había escrito, lo que complicó a Rosas Lopategui su investigación. Solo un golpe de suerte en 1980, mientras ella trabajaba en su escritorio del departamento de Bellas Artes, la llevó a encontrarse con la obra de Elena Garro. Llegó un muchacho vendiendo libros y entre los que portaba las primeras ediciones de los libros La semana de colores y Un lugar sólido, evento que Patricia recuerda con mucha emoción, ya que para ella significó un gran hallazgo. Rosas Lopategui es una de las investigadoras que más han escrito sobre la obra y vida de la autora. La entrevistó en 3 ocasiones teniendo un total acercamiento a su intimidad. Cuenta que la escritora, pese a sus complicaciones de salud, fumando demasiado y rodeada de sus amados gatos, siempre estaba dispuesta a contar sus anécdotas, por ejemplo, cómo conoció a Frida Kahlo o al Ché Guevara pese a estar ella en desacuerdo con el comunismo, entre muchas otras historias.
Este año se cumplen 25 años de su muerte y ahora la escritora está más viva que nunca. Emerge desde las profundidades del mar editorial, que durante treinta años intentaron ahogar su trabajo y su memoria, negándole reeditar sus obras por miedo y el veto impuesto por el gobierno, régimen a quien le convenía relegarla al silencio, el anonimato y a la penumbra del ostracismo. En la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco se cuenta con pocos libros de Elena Garro, pero está presente para quien desee consultarlos allí. Ahora en las librerías de todo el país ya se pueden encontrar con mayor facilidad que antes; gran ventaja para estas nuevas generaciones.
Desde el 2010, la nueva generación de editoriales y con ayuda de la ardua difusión de Lopategui a través de los libros editados sobre la escritora y ahora otras mujeres interesadas en su obra, se ha querido promover la importancia de sus escritos de estilo realismo mágico, pero falta dar a conocer más sobre la vida de Elena Garro y lo que nos quiere contar a través de su escritura poderosa, la cual quisieron silenciar por muchos años, pero que hoy emerge desde las profundidades del olvido para mostrar su legado y trascender en las nuevas generaciones.
Elena Garro nació en Puebla el 11 de diciembre de 1916 y murió a los 81 años en Cuernavaca, Morelos el 22 de agosto de 1998 a causa de insuficiencia respiratoria y cardiaca. Se desarrolló profesionalmente como escritora, periodista y dramaturga, así como actriz y coreógrafa mexicana. Estudió la carrera de Letras en la UNAM en 1936. Contrajo matrimonio con Octavio Paz en 1937 con quien concibió una hija, Laura Helena Paz Garro y se divorció de Paz en 1959. Vivió exiliada 20 años desde que recibió una llamada anónima que la orilló a huir en 1968. Publicó alrededor de 61 obras entre novelas, cuentos, poesía y dramaturgia. Su obra se destaca por ser original y desmoronar los tabúes sociales propios de su contexto. Aborda temas de feminicidio, violencia sexual, la guerra cristera, la injusticia contra los indígenas, la crítica al gobierno, entre otros temas controversiales.
Este artículo se basó, entre otras fuentes, en la entrevista de Adriana Cortés a Patricia Rosas Lopategui en 2020: “Elena Garro, diálogos, entrevistas y otros textos”.
Algunos libros de Elena Garro: Cristales de Tiempo; Los recuerdos del porvenir; Testimonios sobre Mariana; Memorias de España 1937; Revolucionarios Mexicanos; La casa junto al río; Felipe Ángeles; La semana de colores; Andamos huyendo Lola; La culpa es de los tlaxcaltecas; Un lugar sólido; Matarazo no llamó; Teatro completo; El Árbol; Mi hermanita Magdalena.
Algunos libros de Patricia Flores Lopategui: El asesinato de Elena Garro periodismo a través de una perspectiva biográfica; Diálogos con Elena Garro entrevistas y otros textos volúmenes 1 y 2; Testimonios sobre Elena Garro; Yo sólo soy memoria biografía de Elena Garro; Elena Garro sin censura.
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