Michel Brown y Víctor Civeir elogian obra sobre la desigualdad

Una trama original de Roberto Duarte en la que las ratas de una comunidad se rebelan contra los privilegios de las ardillas, comenzó temporada en el teatro Silvia Pinal y la noche del estreno hubo una alfombra roja.

La lucha de clases es el centro de “Colitas de algodón o la rebelión de las ratas”, dijo su paso por la alfombra roja el actor. “Esta confrontación que hace Roberto es una gran representación de la vida. Tuve la posibilidad de conócela desde su formación en libro y ahora en una obra de teatro. A Roberto lo conozco desde la serie ‘Señor Ávila’, hemos sido amigos desde hace muchos años y sé del esfuerzo y cariño que le metió a la obra.

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“Viví todo el proceso creativo hasta los ensayos. Es una puesta como pocas, ya que no hay otra obra semejante, gran vestuario, escenografía, cuatro músicos en vivo simulando ser las cucarachas en la trama, es extraordinaria”, narró Michel Brown.

“Hay algo interesante, su origen está en un libro para niños que también pueden leer los adolescentes. Mientras que los adultos tienen que venir al teatro para disfrutarla y sacar sus conclusiones sobre lo que se expone en escena, les va a agradar mucho”, añadió Michel.

El también actor Víctor Civeira al detenerse ante El Sol de México dio su versión sobre el tema de la puesta en la que las ardillas gozan de comida gratis que les dan los humanos, del sol, el aire y la sombra de los árboles, cuando las ratas son rechazadas y obligadas a esconderse en las penumbras.

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“La igualdad no se puede otorgar. La igualdad es algo por que se tiene que pelear, así de simple. No se tiene que levantar la mano y decir aquí estoy. Nadie va a voltear y decir ‘ah, tú eres mi igual’. Es horrible lo que estoy diciendo, pero es la más absoluta verdad. Nadie se va a quitar de una silla para dársela a otro.

“En la obra ambos son roedores, la ardilla es albina, es divina, simpática y con una belleza de cola impresionante. Y las ratas desagradables en su físico y en su aroma por encontrarse en los drenajes. Ambas propagan la rabia, a pesar de vivir de forma opuesta, así que la igualdad se tiene que demostrar”.