El cinco de febrero se cumplió un año más del inicio de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la que ha tratado de sobrevivir con sus inmensas reformas constitucionales, así como sus adiciones y derogaciones de los ciento treinta y seis artículos que aún conserva la Constitución de México y sus más de setecientas sesenta y cuatro reformas constitucionales, las mismas que obedecen a los compromisos de campaña de los Presidentes de la República.
No es la primera vez que se pretende reformar la Constitución en los mandatos presidenciales, pero si es la primera vez que se trata de pisotear a la Constitución con la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación, asimismo es la primera vez que el Poder Ejecutivo no ve como igual al Poder Judicial de la Federación como Poder constituido en la división de poderes.
El Poder Judicial de la Federación, es un poder constitucional que ha hecho valer el Estado de Derecho que en este sexenio presidencial ha decaído más que en otros sexenios presidenciales, por negligencia o actos de omisión del Poder Ejecutivo de la Federación.
En el Poder Judicial de la Federación no se juzgan delitos de alto impacto de competencia federal, a lo más que llegan los delitos federales son por portación de armas prohibidas que son exclusivas del ejército o al narcomenudeo.
Ante este fenómeno, la criminalidad aumenta y los delitos de alto impacto no se persiguen, la impunidad sigue su curso sin que se lleguen a resultados óptimos en el combate de la delincuencia organizada y a garantizar por parte del Estado la seguridad pública al que todos los habitantes de esta nación tenemos derecho.
Los derechos humanos en esta nación es letra muerta, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos solo representa a una oficina presidencial,
Los asaltadores de caminos que un día la Constitución de 1917 en su letra sancionaba con la pena de muerte por tratarse de un delito muy grave, muy similar al parricidio y a los traidores a la Patria, en la actualidad estos presuntos delincuentes asaltan a cualquier hora del día en las carreteras de México dejando en estado de indefensión a los operadores del transporte de esas cargas que llevan mercancías lícitas de todo tipo, donde los choferes algunos son asesinados, otros más les roban sus vehículos de carga pesada con la mercancía que trasladan de un lugar a otro, sin que la autoridad federal trate de resolver un problema que afecta a los transportistas de carga pesada y así como al sector empresarial.
A sus ciento siete años de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el Poder Judicial de la Federación vive uno de los peores atropellos de su historia ante la represión legislativa y ejecutiva que ha puesto en el banquillo de los acusados a un Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a juicio político que constitucionalmente requiere mayoría calificada para separarlo de su cargo al que le fue encomendado para defender la Constitución de México, pero que con represión política el aparato del Estado trata de someter la independencia judicial de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El aparato jurisdiccional para los Ministros, Magistrados y Jueces, ante la reforma constitucional del Poder Judicial de la Federación que el Ejecutivo de la Nación ha presentado ante la Cámara de Diputados vulnera sus derechos laborales y constitucionales al someter a un proceso electoral el nombramiento de futuros funcionarios judiciales que atenta contra la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo que guardemos un minuto de silencio a nuestra Constitución ante estos atropellos.
Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.
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