/ jueves 16 de noviembre de 2023

La tolerancia en tiempos electorales


En México estamos en pleno apogeo electoral, la designación de candidatos para los cargos públicos que se elegirán el próximo 2 de junio se encuentra en un momento decisivo. Precisamente es en esta época cuando un principio democrático parece ser olvidado o poco recordado. Me refiero a la tolerancia, mismo que precisamente se conmemora como El Día Internacional de la Tolerancia, establecido por la Organización de las Naciones Unidas, la cual es una celebración anual que tiene lugar el 16 de noviembre. Se trata de una jornada destinada a promover la importancia de la tolerancia en todos los ámbitos de la sociedad, fomentando el respeto mutuo, la aceptación de nuestras diferencias y la coexistencia pacífica. La tolerancia implica aceptar y respetar las creencias, opiniones, ideologías, culturas y formas de vida de los demás, incluso si difieren de las nuestras. La tolerancia no significa estar de acuerdo con todo, sino más bien ser capaz de convivir y respetar a pesar de las diferencias. La tolerancia es un valor fundamental para la convivencia social, ya que permite que personas con diferentes puntos de vista, creencias, culturas y formas de vida puedan coexistir pacíficamente en una sociedad plural y diversa.

Además, la tolerancia nos obliga a ser tolerantes con la diversidad cultural y religiosa, y a no discriminar a nadie por su origen, género, orientación sexual o cualquier otra característica. En definitiva, la tolerancia es un principio fundamental para construir una sociedad más justa, inclusiva y pacífica, donde todas las personas puedan convivir en armonía y respeto mutuo.

Sin embargo, parece ser que no se sabe cómo combatir la intolerancia, sino que más bien se promueve. Los gobiernos tienen la responsabilidad de hacer valer las leyes de protección derechos humanos y políticos, castigar la discriminación y los crímenes contra las minorías y asegurar el acceso equitativo a la justicia, a los defensores de los derechos humanos y a los organismos de defensa del pueblo.

Es de suma importancia brindar educación acerca de este tema y enseñar a la niñez acerca de la importancia de la tolerancia y los derechos humanos. Resulta esencial tener acceso a la información para combatir la intolerancia y las prácticas opacas de los gobiernos. La intolerancia se vuelve especialmente peligrosa cuando se usa con fines políticos o territoriales. Se llega a utilizar argumentos falsos, se tergiversan los hechos y las cifras, y se intenta manipular a la opinión pública. Fomentar leyes que salvaguarden el derecho a la información y la libertad de prensa es la estrategia más efectiva para combatirlo.

Para combatir la intolerancia, es crucial que cada persona tome conciencia de que la intolerancia en la sociedad es producto de las actitudes intolerantes de cada individuo. Es crucial que reflexionemos sobre nuestra contribución al ciclo pernicioso que alimenta la desconfianza y la violencia en la sociedad.

Es fundamental encontrar soluciones locales para combatir la intolerancia. A pesar de que los problemas que enfrentamos afectan a nivel mundial, las soluciones pueden hallarse a nivel local, e incluso de forma individual. Todos formamos parte del problema y de la solución.

Dulce Sarahí Cortés Vite, abogada de profesión, Maestra en Administración Pública, Doctorante en Administración Pública y actualmente Regidora en el Ayuntamiento de Zapopan.


En México estamos en pleno apogeo electoral, la designación de candidatos para los cargos públicos que se elegirán el próximo 2 de junio se encuentra en un momento decisivo. Precisamente es en esta época cuando un principio democrático parece ser olvidado o poco recordado. Me refiero a la tolerancia, mismo que precisamente se conmemora como El Día Internacional de la Tolerancia, establecido por la Organización de las Naciones Unidas, la cual es una celebración anual que tiene lugar el 16 de noviembre. Se trata de una jornada destinada a promover la importancia de la tolerancia en todos los ámbitos de la sociedad, fomentando el respeto mutuo, la aceptación de nuestras diferencias y la coexistencia pacífica. La tolerancia implica aceptar y respetar las creencias, opiniones, ideologías, culturas y formas de vida de los demás, incluso si difieren de las nuestras. La tolerancia no significa estar de acuerdo con todo, sino más bien ser capaz de convivir y respetar a pesar de las diferencias. La tolerancia es un valor fundamental para la convivencia social, ya que permite que personas con diferentes puntos de vista, creencias, culturas y formas de vida puedan coexistir pacíficamente en una sociedad plural y diversa.

Además, la tolerancia nos obliga a ser tolerantes con la diversidad cultural y religiosa, y a no discriminar a nadie por su origen, género, orientación sexual o cualquier otra característica. En definitiva, la tolerancia es un principio fundamental para construir una sociedad más justa, inclusiva y pacífica, donde todas las personas puedan convivir en armonía y respeto mutuo.

Sin embargo, parece ser que no se sabe cómo combatir la intolerancia, sino que más bien se promueve. Los gobiernos tienen la responsabilidad de hacer valer las leyes de protección derechos humanos y políticos, castigar la discriminación y los crímenes contra las minorías y asegurar el acceso equitativo a la justicia, a los defensores de los derechos humanos y a los organismos de defensa del pueblo.

Es de suma importancia brindar educación acerca de este tema y enseñar a la niñez acerca de la importancia de la tolerancia y los derechos humanos. Resulta esencial tener acceso a la información para combatir la intolerancia y las prácticas opacas de los gobiernos. La intolerancia se vuelve especialmente peligrosa cuando se usa con fines políticos o territoriales. Se llega a utilizar argumentos falsos, se tergiversan los hechos y las cifras, y se intenta manipular a la opinión pública. Fomentar leyes que salvaguarden el derecho a la información y la libertad de prensa es la estrategia más efectiva para combatirlo.

Para combatir la intolerancia, es crucial que cada persona tome conciencia de que la intolerancia en la sociedad es producto de las actitudes intolerantes de cada individuo. Es crucial que reflexionemos sobre nuestra contribución al ciclo pernicioso que alimenta la desconfianza y la violencia en la sociedad.

Es fundamental encontrar soluciones locales para combatir la intolerancia. A pesar de que los problemas que enfrentamos afectan a nivel mundial, las soluciones pueden hallarse a nivel local, e incluso de forma individual. Todos formamos parte del problema y de la solución.

Dulce Sarahí Cortés Vite, abogada de profesión, Maestra en Administración Pública, Doctorante en Administración Pública y actualmente Regidora en el Ayuntamiento de Zapopan.

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