La Bandera Nacional tiene un lugar primordial en las ceremonias de las fiestas patrias que se realizan durante septiembre en la frontera de Sonora, al igual que en todo el país, para conmemorar la Independencia de México.

Además de ser un símbolo, el lábaro mexicano recuerda a los héroes que entregaron su vida por la patria.

El vendedor de banderas y artículos tricolores, Roberto Terán, manifestó que es una actividad como cualquier otra, “pero te sientes bien cuando la gente va a comprar algo y habla de la historia de México”.

Resaltó que se dedica a la venta de diversos artículos a lo largo del año y en esta temporada aprovecha porque aumentan al triple o más la venta de productos patrios, principalmente banderas y banderines.

Manifestó que la bandera más grande cuesta 500 pesos, de poco más de dos metros de largo por 1.5 metros de ancho, y la más pequeña vale 20 pesos, “pero se vende de todo. Bastante gente compra ahora en septiembre”.

Por eso las banderas se pueden observar en distintos edificios, templos y establecimientos comerciales, pues quienes las izan recuerdan ese gesto nacionalista y valioso hasta la actualidad.

También a través de sus colores, verde, blanco y rojo, los ciudadanos de la frontera han encontrado la manera de reproducir esas tonalidades de patriotismo mediante variadas manifestaciones, distintivos y artículos.