“Ecocidio” en Chiapas: obispo Felipe Arizmendi

El Heraldo de Chiapas

  · lunes 14 de agosto de 2017

Se ha contaminado el río La Pasión | Foto: Óscar

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis.-Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de la Diócesis de esta ciudad,evidenció las afectaciones a la tierra por la excesiva plantaciónde palma de aceite en los municipios de Marqués de Comillas yBenemérito de las Américas.

Durante su visita a la parroquia de José y María,que corresponde a esos lugares, dijo, “me explicaron que el olorde los residuos es insoportable, que se producen muchas moscas, quedañan a las personas y al ganado, con el bagazo o desperdicio delas pencas del fruto de la palma han contaminado los ríos oarroyos que pasan por allí, matando peces y otras especies”.

Manifestó que esta situación sería similar a la deSayaxchén, una comunidad del Petén, Guatemala, “es decir quepronto aparezcan tumores y ronchas en la piel de las personas,sobre todo de los niños, y que luego vengan los casos de cáncer.Me dicen que en dicha comunidad guatemalteca se ha contaminado elrío La Pasión, matando 20 especies de peces y se dañó todo elecosistema”.

Exhortó a las comunidades estar atentas y evitarestos riesgos de contaminación, “en particular, les sugerimos novender sus tierras, porque se pueden quedar sin nada. Pedimos a lasempresas extractoras hacer todo lo necesario para no dañar elmedio ambiente”.

Arizmendi Esquivel sugirió a lasautoridades elaborar un estudio responsable, para exigir a esasfábricas que cumplan sus deberes de respetar el ecosistema. “Queno haya corrupción de los inspectores del impacto ambiental, paraque no se dejen comprar y califiquen de positivo lo que es dañinopara las comunidades. No podemos quedarnos indiferentes ante losdaños que se puedan producir para las personas y contra la madreTierra”.

“Hay que luchar, siempre en forma pacífica, pordefender la madre Tierra, la vida y la salud. Esto no es meterse enpolíticas ajenas a nuestro ministerio pastoral, sino que es serresponsables de la vida digna de nuestros pueblos y del cuidado dela tierra que Dios nos dio, no para destruirla, sino paraconservarla y para que sea fuente de vida para todos. Cuidar lasalud y la vida es una responsabilidad de todos, también de laIglesia”, finalizó.