Gabriel Alejandro, detenido después de que el pasado miércoles asesinó a una joven en el Motel Gran Vía de la colonia Moderna y a dos trabajadoras de la UTEG Olímpica, se encuentra separado del resto de la población carcelaria del Reclusorio Preventivo de Puente Grande, en donde se encuentra a disposición del un Juez de Control que definirá su situación legal.
El director General de Prevención y Reinserción Social, José Antonio Pérez Juárez, detalló que el sujeto será evaluado por las áreas de psicología y psiquiátricas de la institución para determinar las condiciones de salud mental del detenido, así como las medidas se seguridad que deberán seguir para no poner en riesgo la vida del mismo implicado ni la del resto de la población carcelaria.
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“Así es, definitivamente puedo anticipar que nuestras áreas psiquiátricas van a determinar un tratamiento especial y un riesgo. Dejarlo inmerso con toda la población es un peligro latente, por lo cual tomaremos las medidas y estaremos monitoreando su condición, su salud y el que no ponga riesgo al personal y a la población penitenciaria. Hoy sabemos y es público, que es una persona alterada de sus facultades mentales.
El viernes el maestro de la Universidad de Guadalajara y psicólogo forense, José Fancisco Gutiérrez Rodríguez, señaló para EL OCCIDENTAL que Gabriel Alejandro presenta rasgos psicopáticos, es decir, un marcado comportamiento antisocial, sin empatía y remordimientos reducidos, y un carácter más bien desinhibido.
El especialista indicó que para establecer un perfil psicológico del sujeto, es necesario hacer toda una serie de evaluaciones, pero sí se puede ver desde la criminología algunas de las características por los delitos cometidos y la forma en la que los cometió.
“De entrada, independientemente de hacer un diagnóstico, se encuentra esta falta de empatía o de rasgos psicopáticos en los crímenes perpetrados. Entonces, así lo podríamos resumir, rasgos psicopáticos”.
Recalcó que el asesinato de las tres mujeres no fue circunstancial, fue un acto premeditado y preparado, al grado de que publicó en Facebook, con horas de anticipación, fotografías de las armas con las que cometería el crimen.
“Estamos hablando de un joven, una persona joven que tiene una serie de asesinatos planeados, que hay premeditación, alevosía, y ventaja, y en donde había una planificación. Esto pudo ser advertido por la Fiscalía a través de los mensajes que él, el mismo día en que realizó estos actos criminales, había dicho que ese era el día, incluso el poder mostrar algunas de las armas que iba acumulando”.
El psicólogo forense señala que dentro de sus crímenes se reflejan influencias externas como las historias de crímenes de odio que compartía en redes sociales con otras personas.
“Es un crimen de oportunidad, es un crimen planeado en donde pues hay diversas influencias. Es un tipo de homicida fanático y habrá que hacer una valoración de su examen del estado mental para ver si hay algún tipo de conducta psicótica, alucinaciones, delirios, o cuáles son las motivaciones porque no aparece un móvil para la realización de estos crímenes”.
El maestro José Francisco recalcó que, a falta de un estudio detallado, Gabriel Alejandro sin duda presenta problemas mentales que no le permiten medir las consecuencias de sus actos.
“Hoy día estamos encontrando factores donde muchas veces estos jóvenes a la edad de los 20 años empiezan a tener problemas a nivel del área prefrontal, pronto-orbital, y que les lleva muchas veces a no tener un análisis de las consecuencias lógicas de sus actos. Son personas que pueden llegar a reincidir una y otra vez porque no tienen algo que se llama compulsión a la repetición o que no aprenden de sus experiencias pasadas", expuso Álvarez Maxemin.
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