/ miércoles 20 de abril de 2022

Llueven las bombas en el este de Ucrania

Rusia liberó a 76 ucranianos en otro canje de prisioneros; no se sabe cuántas personas fueron entregadas a las autoridades rusas

KRAMATORSK. Rusia realizó decenas de bombardeos en el este de Ucrania, en lo que llamó “nueva fase” de una guerra que ha dejado miles de muertos y que le valieron al presidente Vladimir Putin la amenaza de nuevas sanciones occidentales.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció LA “nueva fase” de la ofensiva y dijo que constituirá “un momento muy importante para esta operación especial”, usando los términos con los cuales Moscú se refiere a la invasión de Ucrania, lanzada el 24 de febrero.

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Su colega al frente de la cartera de Defensa, Serguéi Shoigu, aseguró que sus tropas estaban implementando un “plan de liberación” de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, los territorios separatistas prorrusos en la región del Donbás (este de Ucrania).

Previamente, aseguró que sus tropas neutralizaron trece posiciones ucranianas en el Donbás, incluyendo la ciudad clave de Sloviansk, y bombardeado otros “60 objetivos militares”.

El ministerio de Defensa instó a los militares ucranianos a “deponer las armas”.

“No importa cuántos soldados rusos traigan aquí, lucharemos”, advirtió el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El jefe deL gobierno alemán, Olaf Scholz, consideró que “el asesinato de miles de civiles” desde el inicio de la invasión de Ucrania “es un crimen de guerra del cual el presidente ruso (Vladimir Putin) carga la responsabilidad”.

Scholz participó en una cumbre virtual del G7 (Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón) junto a los máximos mandatarios de Rumania y Polonia y los principales dirigentes de la Unión Europea (UE).

Durante esa reunión, Estados Unidos y la UE alcanzaron un “amplio consenso” para imponer “nuevas sanciones” a Rusia y “aumentar el aislamiento internacional de Moscú”, según el gobierno italiano.

También acordaron enviar a Ucrania más artillería pesada.

El conflicto ha provocado ya casi 5 millones de refugiados hacia otros países y más de 7 millones de desplazados internos, según la ONU.

La conquista del Donbás, una región minera controlada parcialmente por separatistas prorrusos, brindaría a Moscú una franja continua de terreno en la costa del mar Negro hasta la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.

El obstáculo para el plan sigue siendo la ciudad de Mariúpol, asediada hace semanas, donde las últimas fuerzas ucranianas atrincheradas en el complejo industrial de Azovstal rechazaron rendirse.

El ministerio de Defensa ruso propuso un alto el fuego para que “todas las unidades del ejército ucraniano sin excepción y todos los mercenarios extranjeros salgan sin armas ni municiones”.

Pero los combates continuaron en algunas zonas de la ciudad, “no sólo con armas ligeras, sino también con tanques”, declaró Pavlo Kirilenko, gobernador de la región de Donetsk.

En Mariúpol, además de los combatientes, hay “al menos mil civiles, la mayoría mujeres, niños y personas mayores, en refugios subterráneos” de la fábrica, dijo el consejo municipal de la ciudad.

El recrudecimiento de los bombardeos en el Donbás llevó a las autoridades ucranianas a suspender por tercer día consecutivo el despliegue de corredores humanitarios seguros.

Pese a la ausencia de estas vías, las autoridades locales instaron a los civiles a huir de la zona.

“¡Váyanse!”, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, que el lunes señaló combates “incesantes” en varias ciudades y la pérdida de la pequeña ciudad de Kreminna, a unos 50 kilómetros de Kramatorsk, la capital de facto del Donbás aún bajo control de Kiev.

“Miles de habitantes de Kreminna no tuvieron tiempo de huir y ahora son rehenes de los rusos”, añadió Gaidai, cuyas afirmaciones sobre la caída de esta ciudad fueron contradichas por un asesor de la presidencia de Ucrania.

“Kreminna está bajo el control de los 'Orcos'. Han entrado en la ciudad”, dijo Gaidai, citando a las criaturas que aparecen en los libros de de J.R.R. Tolkien.

Las fuerzas rusas están atacando “por todos lados”, las autoridades están tratando de evacuar a los civiles y es imposible contar los muertos civiles, añadió.

En la región vecina de Donetsk, los rusos bombardean “en dirección a Marinka, Ocheretyne y Avdivka”, informó ayer el gobernador Pavlo Kirilenko, señalando.



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KRAMATORSK. Rusia realizó decenas de bombardeos en el este de Ucrania, en lo que llamó “nueva fase” de una guerra que ha dejado miles de muertos y que le valieron al presidente Vladimir Putin la amenaza de nuevas sanciones occidentales.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, anunció LA “nueva fase” de la ofensiva y dijo que constituirá “un momento muy importante para esta operación especial”, usando los términos con los cuales Moscú se refiere a la invasión de Ucrania, lanzada el 24 de febrero.

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Su colega al frente de la cartera de Defensa, Serguéi Shoigu, aseguró que sus tropas estaban implementando un “plan de liberación” de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, los territorios separatistas prorrusos en la región del Donbás (este de Ucrania).

Previamente, aseguró que sus tropas neutralizaron trece posiciones ucranianas en el Donbás, incluyendo la ciudad clave de Sloviansk, y bombardeado otros “60 objetivos militares”.

El ministerio de Defensa instó a los militares ucranianos a “deponer las armas”.

“No importa cuántos soldados rusos traigan aquí, lucharemos”, advirtió el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El jefe deL gobierno alemán, Olaf Scholz, consideró que “el asesinato de miles de civiles” desde el inicio de la invasión de Ucrania “es un crimen de guerra del cual el presidente ruso (Vladimir Putin) carga la responsabilidad”.

Scholz participó en una cumbre virtual del G7 (Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón) junto a los máximos mandatarios de Rumania y Polonia y los principales dirigentes de la Unión Europea (UE).

Durante esa reunión, Estados Unidos y la UE alcanzaron un “amplio consenso” para imponer “nuevas sanciones” a Rusia y “aumentar el aislamiento internacional de Moscú”, según el gobierno italiano.

También acordaron enviar a Ucrania más artillería pesada.

El conflicto ha provocado ya casi 5 millones de refugiados hacia otros países y más de 7 millones de desplazados internos, según la ONU.

La conquista del Donbás, una región minera controlada parcialmente por separatistas prorrusos, brindaría a Moscú una franja continua de terreno en la costa del mar Negro hasta la península de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.

El obstáculo para el plan sigue siendo la ciudad de Mariúpol, asediada hace semanas, donde las últimas fuerzas ucranianas atrincheradas en el complejo industrial de Azovstal rechazaron rendirse.

El ministerio de Defensa ruso propuso un alto el fuego para que “todas las unidades del ejército ucraniano sin excepción y todos los mercenarios extranjeros salgan sin armas ni municiones”.

Pero los combates continuaron en algunas zonas de la ciudad, “no sólo con armas ligeras, sino también con tanques”, declaró Pavlo Kirilenko, gobernador de la región de Donetsk.

En Mariúpol, además de los combatientes, hay “al menos mil civiles, la mayoría mujeres, niños y personas mayores, en refugios subterráneos” de la fábrica, dijo el consejo municipal de la ciudad.

El recrudecimiento de los bombardeos en el Donbás llevó a las autoridades ucranianas a suspender por tercer día consecutivo el despliegue de corredores humanitarios seguros.

Pese a la ausencia de estas vías, las autoridades locales instaron a los civiles a huir de la zona.

“¡Váyanse!”, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai, que el lunes señaló combates “incesantes” en varias ciudades y la pérdida de la pequeña ciudad de Kreminna, a unos 50 kilómetros de Kramatorsk, la capital de facto del Donbás aún bajo control de Kiev.

“Miles de habitantes de Kreminna no tuvieron tiempo de huir y ahora son rehenes de los rusos”, añadió Gaidai, cuyas afirmaciones sobre la caída de esta ciudad fueron contradichas por un asesor de la presidencia de Ucrania.

“Kreminna está bajo el control de los 'Orcos'. Han entrado en la ciudad”, dijo Gaidai, citando a las criaturas que aparecen en los libros de de J.R.R. Tolkien.

Las fuerzas rusas están atacando “por todos lados”, las autoridades están tratando de evacuar a los civiles y es imposible contar los muertos civiles, añadió.

En la región vecina de Donetsk, los rusos bombardean “en dirección a Marinka, Ocheretyne y Avdivka”, informó ayer el gobernador Pavlo Kirilenko, señalando.



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