México estaba libre de la mosca del Mediterráneo desde 1982, una de las plagas exóticas de mayor impacto en la hortofruticultura global, pero el viernes pasado se identificó la presencia de un macho fértil ceratitis capitata (Wiedemann), en la zona urbana de Cancún, en Quintana Roo.
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De inmediato una brigada de 14 técnicos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), delimitaron el área para verificar si existen más especímenes en la zona.
La Secretaría de Agricultura informó que a través de la operación del Programa de Vigilancia Epidemiológica Fitosanitaria se aumentó el número de trampas con atrayentes específicos e iniciaron el muestreo de frutos.
Sin que hasta el momento se hayan localizado más insectos de mosca del Mediterráneo. Esto indica que se trata de una detección oportuna.
Estas acciones son estratégicas para evitar que la plaga se establezca en Quintana Roo y se disemine por el resto del territorio nacional, con el objetivo de que México conserve el estatus de país libre de la plaga de la mosca del Mediterráneo.
También de inmediato se notificó a la Organización Norteamericana de Protección de Plantas (NAPPO), la detección de la plaga, en apego a los compromisos suscritos por México ante la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
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Lo países que tienen esta plaga en su territorio son sujetos a restricciones cuarentenarias que les impide exportar frutas y hortalizas.
Para el Senasica es prioridad nacional establecer acciones para su prevención, control y erradicación. Los productores de México exportan sus frutas y hortalizas a distintos destinos internacionales.
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