“Seguiremos en la lucha, cueste lo que cueste”, a este grito de exigencia de las familias de personas desaparecidas en territorio mexicano se unió hace dos años y 10 meses, Yadira Estrada, desde entonces busca a hijo Iván Alfredo Estrada Ávila.
El joven desapareció en Guaymas, Sonora, el 3 de febrero de 2020, junto con su pareja. Esta madre de familia excava la tierra del desierto de esa entidad federativa para buscar a Iván Alfredo.
“Nosotros manejamos puro terreno desértico a buscar fosas con los rayos del sol, eso no nos importa, pero nosotros a eso vamos a buscar y, yo desde aquí, viajé hasta allá para buscar a mi hijo”.
En esta búsqueda, ella acude con “palas, picos, varillas usamos de todo; hemos encontrado muchos cuerpos”, como sucedió en noviembre del 2021 cuando se localizaron 28 cuerpos en 14 fosas.
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“Lamentablemente es eso y es lo que estamos viviendo ahorita”, se queda en silencio, mira la imagen de su hijo plasmada en su camisa blanca y una fotografía con los datos generales de la búsqueda y eleva un suspiro.
Narra que “a mi hijo lo sacaron dentro de su casa varias camionetas, con su pareja, a la fecha no tenemos ninguna respuesta”.
Aunque México y las entidades federativas cuentan con una Ley sobre personas desaparecidas y áreas de búsqueda como parte de las recomendaciones del Comité Internacional contra la Desaparición Forzada, persiste la desinformación, la impunidad y la desaparición generalizada.
Por si no lo leíste:
Yadira Estrada, quien estuvo este domingo en la misa a cielo abierto en la Glorieta de los Niños Héroes, sigue sin tener respuestas por parte del sistema de seguridad y de justicia de los estados de Sonora y Jalisco para encontrar a su hijo Iván.
“Todavía hasta ahorita no tenemos ningún avance en las carpetas de investigación, yo viajo a Sonora cada cuatro meses para que me den avances de cómo van, pero hasta ahorita no hay nada, todavía no tenemos nada, es muy poco la ayuda que tenemos de las autoridades”.
Cada cuatrimestre recorre mil 179 kilómetros de Jalisco a Sonora para saber sobre el paradero de su hijo y los avances de la carpeta de investigación, sin datos ante un crimen continuo y que no prescribe, ha señalado el Comité Internacional.
Ella gasta más de cinco mil pesos en vuelo, alimentos, además de la búsqueda que hace en el desierto de Sonora.
“Hasta ahorita no hay nada, es muy poco la ayuda que tenemos de las autoridades, necesitamos más ayuda para poder dar con ellos y regresarlos a casa de donde nunca debieron haber salido”.
Para las madres de familia es una constante la falta de coordinación interestatal. Yadira vive en Jalisco, pero viaja a Sonora para indagar por su cuenta y exigir justicia.