Vivencias marcadas, ejemplo para salir

7 mil mujeres viven en el barrio de San Juan de Dios, en su gran mayoría se benefician de los apoyos de la asociación del Padre "Cobijas"

Elizabeth Ibal | El Occidental

  · lunes 12 de diciembre de 2022

Son muchas las mujeres beneficiadas con la asociación del Padre "Cobijas". Foto. Aurelio Magaña | El Occidental

Karla Penélope Vallejo Valadez es una de las mujeres que han tenido aportes en el cambio de la comunidad de San Juan de Dios, su experiencia de vida le ha dado el espíritu de servicio, para que otras mujeres no vivan lo mismo.

Ella sufrió de violencia física y verbal ya que durante un año estuvo prácticamente secuestrada por parte de quien era su pareja. Llegó al albergue de la asociación del Padre “Cobijas” en busca de ayuda por resguardo del Centro de Justicia para las Mujeres. De manera voluntaria realiza acompañamiento de personas que requieren de traslado al médico y da seguimiento por si algún miembro de la comunidad requiere apoyo.

"Yo tengo una situación similar a ellos, pese a que no es igual, pero es el abandono de nuestras familias, no contamos con ellos. Saben de mí, saben dónde estoy pero no me buscan. Es la misma situación que tiene cada una de ellas por eso me uno a su causa”, expuso Karla que ayuda también en canalizar a mujeres que sufren violencia.

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Fabiola Guevara González, es voluntaria en esa comunidad. Llegó por la invitación de un amigo.

“Tenía una idea muy errónea, pensaba que eran personas malas, pero al convivir con ellos me di cuenta que al igual que yo tienen las mismas necesidades y carencias, no sólo materiales, afectivas y de otro tipo. Yo creo que Guadalajara no se da la oportunidad de mirar sus propias sombras; todos tenemos sombras y creo que San Juan de Dios les representa eso, la parte que Guadalajara no acepta que tiene. Es como si negara que existe la prostitución y la necesidad, y existe, acuñando la frase conocida 'de la Calzada para allá'”.

Confía en que otras mujeres que se están enfrentando y conociendo a sí mismas, sean agentes de cambio para el bien de su comunidad. Por su parte, Carlos Aviña, conocido como el Padre "Cobijas", recuerda que al principio había prestadores de servicio involucrados en dicha recuperación, pero la pandemia les alejó. Pero la semilla se había depositado y las mujeres de la zona, amas de casa y madres de familia, retomaron la tarea y aumentaron su participación para transformar a San Juan de Dios.

"Todas cuando participan se les empodera, tienen confianza en sí mismas. Hacen lo mismo, pero más grande, se preocupan por los demás", concluyó.