La situación de inseguridad que se vive en Jalisco es una muestra de la urgencia de mayor coordinación entre las autoridades, mismas que deben llevar tras las rejas a los causantes, afirmó el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.
Cuestionado sobre la balacera que a mitad de semana se registró en Mazamitla, una vez más a luz del día y en un lugar público, dijo que tanto lo ocurrido en el pueblo mágico, como los hechos violentos en cualquier otra zona, son preocupantes.
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“El solo evento que suceda, en donde suceda, es un reclamo, un requerimiento a las autoridades del orden, a prevenir lo más que se pueda y a llevar ante la justicia a quienes tengan que ver con estos eventos”.
Dijo no tener muchos detalles de cómo están funcionando los templos en la zona a la que pertenece Mazamitla, donde también se ubica Tizapán y de igual manera ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada, esto, porque pertenecen a otra diócesis, la de Ciudad Guzmán.
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En ese sentido, afirmó que el obispo de Ciudad Guzmán “con sus sacerdotes está tomando las medidas”.
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