Desde este lunes 2 de agosto, el Teatro Degollado, ícono del Patrimonio Cultural de Jalisco, abrió sus puertas. El público conocerá no solo las memorias del recinto, sino que podrán caminar por lugares tan inusuales para el público como el foso de orquesta, el escenario o los camerinos.
Las “Visitas de Verano al Degollado” tienen una duración de una hora y un costo general de 50 pesos. Siguiendo las recomendaciones de las autoridades y reiterando el compromiso de mantener los espacios culturales como espacios seguros, la afluencia está limitada a 30 personas, que deberán mantener la sana distancia y cubrebocas durante todo el recorrido.
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Los boletos están a la venta en las taquillas del teatro los días de los recorridos, lunes 9 y 16 de agosto, a partir de las 10:00 horas. Posteriormente, la Secretaría de Cultura a través de sus canales oficiales, anunciará las fechas de las siguientes visitas, dependiendo de la agenda del inmueble.
En las “Visitas de Verano al Degollado”, que comenzaron ayer lunes 2 de agosto y que se repetirán los lunes 9 y 16 de agosto las 12:00 horas, los visitantes conocerán no sólo las memorias del recinto, sino que podrán caminar por lugares tan inusuales para el público como el foso de orquesta, el escenario o los camerinos.
La visita comienza en la luneta del Teatro Degollado, edificación del arquitecto Jacobo Gálvez que se inauguró el 13 de septiembre de 1866, con la actuación de la soprano Ángela Peralta. Durante el recorrido se puede fotografiar el lugar desde distintos ángulos, y los paseantes pueden llevarse a casa la imagen del mural que representa el “Canto Cuarto de la Divina Comedia”, de Dante Alighieri, elaborado por los pintores jaliscienses Jacobo Gálvez, Gerardo Suárez y Carlos Villaseñor.
Continúa el recorrido en el escenario, que con la sala iluminada ofrece una vista que normalmente aprecian los artistas Lo mismo sucede con los camerinos, donde conocerán los lugares donde han preparado funciones personajes como el cantante Plácido Domingo, el mimo Marcel Marceau o la bailarina Anna Pávlova, entre miles más.
Posteriormente, se recorren las entrañas del teatro. Comienzan por la Sala de Cámara, un espacio abierto al público para conciertos de pequeños ensambles, que es también la entrada alfoso de orquesta bajo el escenario principal, que sólo es posible observar desde los lugares más altos del teatro en días de concierto.
La visita concluye en el lobby, donde los invitados son despedidos por la “La Diosa de la Fortuna”, escultura realizada entre 1870 y 1880 por el artista italiano Carlo Nicoli, que fue retirada de la vía pública para ser restaurada por Hugo Andrés Testilini Deza y resguardada en el Teatro Degollado.
