Está por concluir el periodo de confinamiento y quienes resentirán el cambio son las mascotas, que en casi tres meses de convivencia con sus propietarios, de nuevo volverán a estar solas en casa por periodos más largos.
Entérate:
El Occidental platicó con Betzy Mendoza Duéñez, profesora investigadora del Departamento de Producción Animal de la Universidad de Guadalajara, quien hizo una serie de recomendaciones para que los animales, en particular perros y gatos, que son los más comunes para tener en el hogar, no sientan los cambios.
“Es importante que unos días antes de que tengamos nuestras actividades, se les implemente un área en la que ellos puedan estar solos, puede ser un cuarto, el patio, la cochera, donde debe tener un lugar para descansar, un espacio para tomar agua y comer”.
Los periodos de independencia que recomienda son en un principio de 20 minutos, que irán aumentando con el paso de los días. Además, sugirió la implementación de un juguete o rutinas de ejercicio individuales, tiempos de descanso y de paseo.
De acuerdo a su experiencia, los perros resentirán más la ausencia de sus propietarios, pues su especie tiende a estar en grupo y enfrenta episodios de ansiedad.
“Se dice que el perro tiene una adaptación en nueve días y la primera semana lo que podemos esperar es que el animal come menos alimentos, toma menos agua o tomar mucha agua, porque empieza a deambular y eso les provoca sed. También hay perros que empiezan a rasguñar algunas áreas, sobre todo alrededor de puertas y ventanas o algunos accesorios de los propietarios”.
Chécalo:
En el caso de los gatos, están más acostumbrados a la independencia, pero hay excepciones y por eso, planteó adaptar algún espacio arriba de un mueble vertical, como un libero o un ropero “para que el gato prefiera estar ahí, en lugar de estar más tiempo con nosotros”.
Betsy Mendoza explicó los signos de alarma que deben tomarse en cuenta para ser atendidos por un veterinario: En el caso de los perros, es la vocalización en exceso, así como lesiones por estar rasguñando o destrucción de objetos, particularmente cojines o muebles.
“Si ya pasó una semana o diez días y no deja de ladrar, lo que genera problemas con vecinos o lesiones en el animal, se tiene que acudir a un especialista dedicado al área de la conducta, que son etólogos clínicos para que vea qué tipo de tratamiento o terapia es ideal para la mascota”.