Satisfecha, María deja la Policía de Guadalajara

A sus 53 años de vida, dijo sentirse bien porque “me voy completa, no estoy enferma y sé que ahora van a tener mis hijos una mamá de tiempo completo”

  · martes 2 de julio de 2019

Foto: Víctor Ramírez.

Una enorme sonrisa, emoción y sobre todo la satisfacción de haber cumplido a su ciudad, así se retira María Eulalia Torres García, tras cumplir 30 años de servicio en la Policía de Guadalajara y quien pide a los ciudadanos que respeten a los que se quedan a servir ya que están bajo una intensa presión para garantizar la seguridad de todos, mientras tanto ella platica cómo inició en esta difícil profesión.

Sin ocultar su satisfacción por llegar a este día en donde ya está en posibilidades de jubilarse y poder dedicarse de tiempo completo a su familia y ofrecerles “una mamá de tiempo completo”, María Eulalia es una de las 37 elementos que fueron homenajeados en esta corporación y que cumplen 30 años de servicio, ella inició cuando tenía 23 años y explicó que fue un poco difícil esos inicios porque no había tantas mujeres en la corporación y mucho menos jefas o mandos importantes.

A sus 53 años de vida, dijo sentirse bien porque “me voy completa, no estoy enferma y sé que ahora van a tener mis hijos una mamá de tiempo completo” porque ella sí se retira y no continuará en el servicio en donde le tocó ver una importante transformación de la sociedad y de la propia corporación ya que cuando ella inició “no había mandos femeninos y en la actualidad ya tenemos comandantes, hay más integración, nos desempeñamos casi igual que un varón”.



Aunque no dudo en señalar que los riesgos son mucho más que cuando ella inició en lo que se conocía como la Policía Intermunicipal y en todos estos años el riesgo más complicado que le tocó enfrentar fue un asalto en Enrique Díaz de León y avenida Vallarta, zona en la que realizaban un recorrido y afortunadamente llegaron los refuerzos.

En estos años le tocó ver caer en cumplimiento de su deber a muchos de sus compañeros, tal como sucedió en los últimos acontecimientos, entre ellos los de San Juan de Dios, y dijo que se siente tristeza que los ciudadanos no valoren su trabajo porque “salimos de la casa sin saber si vamos a regresar y volteamos a ver a nuestros hijos diciendo 'ojalá Dios me acompañe y regrese'”, pero esos días de incertidumbre se acaban y ahora sus hijos sienten orgullo de ella y bastante bien porque ya la tendrán de tiempo completo y ninguno de ellos piensa ser policía.

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Finalmente pidió a los ciudadanos que “tengan respeto para mis compañeros porque no saben lo que pasa en las corporaciones, que nos ayuden porque con sus ojos ven más que los nuestros y sí quisiera pedirle a los ciudadanos que tomen en consideración que también somos seres humanos”.