Ante atentados violentos contra unidades médicas de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) y de tipo municipal, el personal de salud cuenta con un protocolo para salvaguardar la salud de los usuarios de los servicios, además de que no deben de enfrentarse ante posibles agresores que acuden a tratar de “rematar” a un paciente.
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Antes que todo, el personal médico y de enfermería -los primeros respondientes- en caso de recibir a un paciente probablemente vinculado con actos violentos deben primero estabilizarlo, dar parte al ministerio público y llevar a cabo la recuperación del paciente, señaló el titular de la dependencia estatal, Alfonso Petersen.
Aunque no se tienen cifras oficiales, confirmó que algunos profesionales de la salud han sido víctimas o sufrido amenazas por parte de grupos delictivos, pacientes y familiares.
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“Como cualquier profesional independientemente de que este en el área de la salud o no ha habido personas que han recibido amenazas (…) por parte del crimen organizado, por parte de la sociedad en su conjunto, por parte de personas anónimas”.
Con relación a reforzar la seguridad en hospitales, centros de salud y unidades, refirió que no es necesario aunque en algunas unidades médicas de la Zona Metropolitana de Guadalajara han ingresado comandos armados para rematar algún paciente.
“Estas personas (grupos delictivos) se pasan por encima de la vigilancia, por encima de las restricciones y de todas las situaciones, el problema más que nada tiene que ver con insistir que son cosas extraordinarias”.
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Alfonso Petersen hizo un llamado a la población en general a que este tipo de hechos limite la posibilidad de acudir a las unidades a recibir atención médica: “Son situaciones verdaderamente extraordinarias, esperamos que no vuelvan a suceder”.
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