Muy temprano, los dos aviones Boeing 727 de la extinta Policía Federal y hoy con los colores de la Guardia Nacional, salieron de Jalisco con dirección al Centro Federal de Readaptación Social No. 13 "CPS" con sede en Oaxaca, llevando aparentemente el último de contingente de los 376 internos que restaban en el Cefereso de Jalisco.
Otra vez aprovecharon el oscuro amanecer, para que los camiones, escoltados por personal de la Guardia Nacional, cruzaran la ciudad, desde el penal de Puente Grande -en Tonalá- hacia la base Aérea de Zapopan.
Cuatro patrullas de la Guardia Nacional encabezaron el convoy donde a la mitad iba un camión blindado de los conocidos como Rhinos y dos ambulancias, más otras cuatro unidades de la Guardia Nacional al final.
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Familiares de algunos internos atestiguaron los hechos y entre gritos se despidieron de los que iban ahí, aunque reconocieron que no estaban seguros que ahí fueran sus familiares, porque nadie les ha informado de los traslados.
A oscuras, con las calles iluminadas solo por las luminarias, recorrieron toda la ciudad hasta internarse en las instalaciones militares, en medio de fuertes medidas de seguridad.
Posteriormente, los internos bajaron y fueron divididos en dos grupos, y abordaron las aeronaves.
Los aviones con matrículas XCMPF y XCOPF abandonaron la base de Zapopan con rumbo a la capital de Oaxaca, con dos horas de diferencia, y posteriormente ambos emprendieron el regreso, el primero hacia la ciudad de México y el segundo de regreso a Zapopan.
Autoridades locales aseguran que el reclusorio está prácticamente vacío.