/ sábado 26 de septiembre de 2020

Aprovechan obras para vivir en la banqueta

Algunas veces se ve a las personas a la altura de la calle San Felipe, otras por el templo de Nuestra Señora del Refugio

Al aprovechar algunas veces las obras que se hacen por la zona, o que es un área donde concurre poca gente, cada vez es más común ver a dos personas vivir en plena banqueta por sobre la avenida Federalismo, en pleno centro de Guadalajara.

Algunas veces es a la altura de la calle San Felipe, otras por el templo de Nuestra Señora del Refugio o hasta el Panteón de Mezquitán, donde aparentemente un matrimonio saca -del carrito de supermercado que traen con ellos- sus pertenencias y se asientan en una manta grande para "resguardarse" de la noche.

Aunque no están todo el día, pues regularmente amanecen en el lugar, para desaparecer y aparecer por la noche en donde mismo o en sitios cercanos, llama la atención de transeúntes cómo explanan sus pertenencias por sobre la banqueta, especialmente ropa que muchas de las veces tienden en donde pueden para que se seque, debido al temporal actual de lluvias.

De manera particular se les ve en tramos donde se llevan obras u otros trabajos, pues aprovechando la red colocada para evitar el paso ciudadano -puesta por trabajadores- se adentran y la barrera de contención se pasa a convertir en un tendedero.

Cachivaches, ropa, mantas y otras cosas pasan a formar parte del entorno de esta familia a quien la ciudadanía pasa de largo o ignora, sin que hasta el momento las autoridades hayan hecho alguna intervención al respecto.


Al aprovechar algunas veces las obras que se hacen por la zona, o que es un área donde concurre poca gente, cada vez es más común ver a dos personas vivir en plena banqueta por sobre la avenida Federalismo, en pleno centro de Guadalajara.

Algunas veces es a la altura de la calle San Felipe, otras por el templo de Nuestra Señora del Refugio o hasta el Panteón de Mezquitán, donde aparentemente un matrimonio saca -del carrito de supermercado que traen con ellos- sus pertenencias y se asientan en una manta grande para "resguardarse" de la noche.

Aunque no están todo el día, pues regularmente amanecen en el lugar, para desaparecer y aparecer por la noche en donde mismo o en sitios cercanos, llama la atención de transeúntes cómo explanan sus pertenencias por sobre la banqueta, especialmente ropa que muchas de las veces tienden en donde pueden para que se seque, debido al temporal actual de lluvias.

De manera particular se les ve en tramos donde se llevan obras u otros trabajos, pues aprovechando la red colocada para evitar el paso ciudadano -puesta por trabajadores- se adentran y la barrera de contención se pasa a convertir en un tendedero.

Cachivaches, ropa, mantas y otras cosas pasan a formar parte del entorno de esta familia a quien la ciudadanía pasa de largo o ignora, sin que hasta el momento las autoridades hayan hecho alguna intervención al respecto.


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