Debido a las restricciones impuestas en cementerios por la pandemia, floristas en las inmediaciones del panteón Guadalajara manifestaron que las ventas continúan bajas.
A decir de algunos vendedores, el panorama no ha mejorado para ellos, pues si bien todos los días salen con el afán de vender lo que puedan, interceptando a las familias que llegan al panteón diariamente, lo cierto es que es poco lo que en realidad sacan a comparación de otros años.
"No sacamos casi nada. sí se vendía bastante pero ahorita no se vende nada, la verdad nos está yendo mal. Ahorita estamos viniendo a los sepelios, y compramos mucho menos mercancía, a una cierta hora y nos vamos, a las tres de la tarde se acaba todo".
Regularmente de nueve de la mañana a tres de la tarde, floristas en la zona se mantienen en movimiento con ramos en las manos, para acercarse a las personas que llegan a dejar a sus difuntos, con la esperanza de vender algo. Algunas veces tienen suerte, pero otras la gente ya trae sus propios arreglos.
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Por otro lado, y luego de que el panteón Guadalajara luciera hace días con largas filas de carrozas, este miércoles, al menos hasta pasado mediodía, el flujo fue constante, y es que, conforme avanzó la tarde en un lapso de no más de dos horas se vieron llegar por lo menos seis o siete, aunque ninguna con algún contagiado por Covid-19, pues trabajadores de funerarias no lucían los característicos trajes para protegerse.
De cara a este panorama, los filtros en los ingresos estuvieron presentes, pues trabajadores solicitaban a visitantes colocarse cubrebocas, formarse, esperar turno y se les tomaba la temperatura para ingresar, no obstante, no faltaron el par de autobuses que llegaron con numerosas personas para un solo difunto, a pesar de que la indicación es no dejar pasar a más de 10 por cortejo.