Que se vaya, que se quede, “muchos querían venir, pero están desaparecidos” y un amplio dispositivo de seguridad, así fue el escenario que observó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador a su arribo a la sede de la Guardia Nacional que inauguró en la zona de El Fortín, casi al pie del Bosque de La Primavera.
Desde muy temprano los manifestantes en contra de la permanencia de López Obrador en la presidencia y de quienes apoyan a la Cuarta Transformación, así se fueron acomodando para tener el mejor lugar y ser visibles al paso del presidente, su comitiva y del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez.
Un grupo de familiares de personas desaparecidas mientras cantaban el Himno Nacional Mexicano, ondeaban pancartas y mantas, la más grande de ellas decía en letras rojas y negras con fondo blanco: “muchos querían venir, pero están desaparecidos”, en otras más pequeñas mostraban el rostro de sus familiares ausentes o no encontrados, con la fecha en que ya no regresaron a su hogar o fueron sustraídos con violencia de ellos.
Así con la mano en alto, playeras blancas con leyendas, cubrebocas y pañuelos verdes al cuello gritaban una y otra vez “dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están”.
En otro bando de manifestantes estaba los anti AMLO, los de FRENA Jalisco y también con mantas pedían su salida del poder y mostraban “en Jalisco no te queremos #AMLOveteYa” y señalaban que el régimen ordenaba no decir nada, no hablar.
Al grito de “fuera López” los manifestantes caminaban a lo largo de la calle sin bloquearla, algunos sin el cubrebocas o lo llevaban en el cuello, frente a ellos y por momentos se filtraban los llamados AMLOvers, quienes con sus gritos de “es un honor estar con Obrador” trataban de minimizar a los antipejistas.
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El ambiente era tenso pero no violento, por momentos los a favor y los en contra del presidente se enfrascaban en una lucha de poder de miradas, gritos, amagos, pero no de violencia, cada cual en su “esquina” trataba de entender las indicaciones del “técnico” y poner a rodar el balón en la mejor cancha y que ganara el mejo y con la condición para gritar, ondear, caminar y cargar mantas.
Dirían “los fifis” contra “la prole”, así el escenario montado para la inauguración de la Base de la Guardia Nacional, enmarcado con un cielo gris por la tormenta que se presagiaba.