Los hechos violentos que se han registrado en la entidad, como el caso de Teocaltiche, son el reflejo de la descomposición que se vive en la sociedad, lamentó el arzobispo de Guadalajara, cardenal José Francisco Robles Ortega.
Por cómo la comunidad se ha visto perturbada por la presencia y actividad de los grupos delictivos, dijo que es importante que las autoridades ofrezcan la seguridad que les toca a todos los sectores de la sociedad, en particular en los puntos más críticos.
"Es un reflejo de la descomposición que estamos padeciendo, en la sociedad, la pérdida de los valores, el valor máximo el respeto a la vida, de la dignidad, de las personas que se ven muchas veces como mercancía que se puede tratar a la manera que ellos creen para sus fines".
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Tras lamentar que se viva en un proceso de "deshumanización y de pérdida de sentido de la vida", dijo que hay una especie de "modorra" en las autoridades, pues, aunque es un tema que compete a todos los niveles de gobierno, unos a otros se echan la culpa o se pasan la responsabilidad.
"Por ejemplo, escuchar a la autoridad máxima de nuestro país decir 'yo les estoy ayudando en el estado de Jalisco', pues no, no es una ayuda, es un deber que tiene el presidente de todos los mexicanos de cumplir su deber en todos los estados, en coordinación y en entendimiento, y le falta a la autoridad vencer como ese descuido, ese olvidar cuál es su deber y estar por ejemplo más inmersos en las elecciones".
En otros temas, el cardenal confirmó que en los últimos días se registró un nuevo contagio por Covid-19 entre sacerdotes de Guadalajara, el cual se encuentra hospitalizado para su atención.
Respecto al relajamiento de las medidas sanitarias en la ciudadanía, señaló que se debe a la confianza que la gente agarró luego de que Jalisco regresara al semáforo epidemiológico verde, por lo cual pugnó para que el llamado de las autoridades sea de seguir cuidándose y no bajar la guardia, ya que la pandemia sigue vigente.