Los miedos, el acercamiento al horror y qué les aterra hoy en día fue el tema de la plática que sostuvieron las escritoras Mónica Ojeda y Brenda Navarro, dentro del panel FIL Literatura Latinoamérica Viva.
Brenda Navarro, escritora mexicana, dijo que lo que le causaba horror y escalofríos de pequeña eran las multitudes, pero ahora sus horrores son temas más sociales como la pobreza que lleva situaciones extremas a los ciudadanos.
Agregó que en la literatura no hay nada más tenebroso o estremecedor que hablar de lo que ocurre en la parte más obscura de la mente humana temas como la venganza o el uso del poder.
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dijo que no aprendemos de nuestros errores y estamos fallando como sociedad, hay una evasión a aceptar la realidad. Agregó que en este caso lo que le da horror es no poder salir con su hija al parque porque debido a la pandemia de Covid-19 se han cerrado los parques de España, país en el que radica actualmente.
Mientras que Mónica Ojeda, escritora ecuatoriana, señaló que en su trabajo aborda situaciones pavorosas, pero no pretende que se le encasille en el género del terror, aunque también trata el problema de la violencia en general.
Lo que le interesa es estudiar lo que ocurre en la cabeza de las personas y "estaba pensando en qué cosas le tenía miedo cuando era niña, las fobias, recuerdo el miedo que realmente sentía de pequeña" y que fue la causa por la que la llevaron a varios psicólogos porque "tenía que ver con mi capacidad de asimilar la crueldad a mi alrededor, me decían que era muy sensible".
Indicó que no es posible que la escritura haga desaparecer el horror y la indiferencia ante la desgracia de los demás y cuando "uno escribe sobre la violencia y el daño que genera al cuerpo y las mentes, la escritura no hace desaparecer la violencia y tampoco desaparecen las marcas de la violencia".
Sin embargo, deja ecos en todos los que la leen y que normalmente uno no piensa en la violencia que le rodea, pero la escritura "se convierte en este espacio para darle tiempo al cuerpo y a la mente para procesar las violencias que se reciben constantemente" pero que en el día a día y por las actividades que se tienen, no hay tiempo para pensar en toda esa violencia que se tiene de forma cotidiana.