El retiro del antimonumento que se instaló ayer en la Plaza de Armas, justo enfrente de Palacio de Gobierno fue una decisión consensuada entre el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez y el presidente municipal de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro.
Así lo confirmó el propio Enrique Alfaro esta mañana cuando se le cuestionó al respecto.
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“La retiró el Gobierno del Estado y el gobierno municipal de Guadalajara porque está prohibido poner eso… Es una decisión de los dos y es una decisión que sostenemos”.
Reiteró que “está prohibido poner eso” porque en espacio público requiere un permiso para instalar cualquier tipo de monumento y porque a su consideración, se puede prestar a que después cualquier persona acuda a colocar antimonumentos.
Checa el dato:
“Imagínense que cualquier persona llegue y ponga un momento en el centro, eso no funciona así… El centro histórico está regulado por ley, cada escultura, cada cosa que se pone tiene que tener una autorización hasta del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia)”.
El antimonumento que apenas duró unas horas estuvo a un costado del quiosco hasta que en medio de la oscuridad, personas con marros y motosierras llegaron a retirarlo, sin identificarse si pertenecían al gobierno.
Se hizo para recordar que hace tres años, un 5 de junio de 2020 en medio de la pandemia, en Jalisco un grupo de jóvenes fueron privados de su libertad por varias horas, cuando pretendían manifestarse por el asesinato de Giovanni López.
En esa ocasión la protesta fue porque al joven originario de Ixtlahucán de los Membrillos lo torturaron hasta provocarle la muerte porque no portaba cubrebocas, pues eran tiempos de uso obligatorio en Jalisco y el antimonumento recordaba con letras rojas en gran formato el 5J y una placa explicando los hechos.
Ese hecho fue conocido en Jalisco como el “halconazo”, por la represión que vivieron estudiantes que protestaban por lo ocurrido con Giovanni López.
