Alrededor de 25 jóvenes que se dijeron ser estudiantes del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades campus Belenes se manifestaron en el exterior del Conjunto Santander de Artes Escénicas en donde se llevaba a cabo la toma de protesta del nuevo rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí.
Al grito de “educación para el hijo del pobre”, “fuera los porros de la UdeG”, y de que no los representaban las nuevas autoridades ni los dirigentes estudiantiles, lograron pasar el primer cerco de seguridad que se ubicó en las inmediaciones del centro y del Periférico, al ver esta acción los vigilantes del recinto cerraron de inmediato las puertas para impedir el paso a quienes no estaban invitados al evento y algunos de ellos llevaban cubierta la cara.
Entre sus demandas está la restitución del encargado de seguridad de la universidad, retirar a toda la seguridad privada y quitar los torniquetes para dejar paso libre a quien quiera “disfrutar de las instalaciones” de la universidad ya que son públicas, que la institución subsidie los alimentos para que sean más baratos para los estudiantes y una parte de las ganancias para realizar mejoras en las instalaciones universitarias.
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El principal problema fue el conflicto que tuvo el titular de seguridad de la UdeG, Montealberti Serrano con un estudiante de sociología a quien le quitó unos dulces que vendía dentro del campus universitario y que, según los manifestantes, esa confrontación le ocasionó un esguince de segundo grado y del que aparentemente nadie habla.
Así con consignas en contra del ex rector Raúl Padilla, de asegurar que el nuevo rector del mismo grupo y que saquean las finanzas de la máxima casa de estudios de Jalisco, los jóvenes se apostaron a la entrada del recinto con miradas y actitudes retadoras hacia los elementos de seguridad, de quienes decían que no los podían tocar porque estaban en un espacio público.
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Así con gritos de “por qué proteges a matones” y de fuera los Padilla, los manifestantes intentaron ingresar al recinto a la fuerza, lo cual no permitieron los elementos de seguridad privada contratados para resguardar las instalaciones y al ver frustradas sus intenciones pintaron con aerosol el símbolo de los anarquistas, mientras que en las escaleras y piso del exterior plasmaron algunas de sus consignas a la espera de que une salieran los asistentes al evento y con la exigencia de que el Rector saliera a escuchar sus demandas.