Estrés, ansiedad, y pánico por hechos de inseguridad: Especialistas de UdeG

Recuerdan que las víctimas tienen derecho a ser compensadas

Víctor Manuel Chávez Ogazón

  · miércoles 23 de mayo de 2018

Estrés postraumático, ataques de pánico y ansiedad, afectan a víctimas y testigos de hechos violentos como el del lunes pasado. Foto: Luis Francisco Rodríguez

Estrés postraumático, ataques de pánico y ansiedad, afectan a víctimas y testigos de hechos violentos como el del lunes pasado, cada vez más en la ciudad por la inseguridad, advierten investigadores de la Universidad de Guadalajara.

El ataque al ex fiscal Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco sucedió en una zona restaurantera de gran circulación de vehículos y personas, que en esos momentos era muy concurrida y decenas de personas se percataron de lo que sucedía, huyeron corriendo, se escondieron, lo vivieron de distintas maneras.

Advierte el Jefe de Psicología de la Universidad de Guadalajara, Francisco Javier Gutiérrez Rodríguez, que muchos de ellos podrán presentar diversa sintomatología como: “Estar ansiosa, angustiada, problemas en el dormir, problemas relacionados con la conducta alimentaria, la persona no necesariamente relaciona su malestar con el evento que ocurrió”.


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El especialista en manejo de crisis como la que vivieron los tapatíos con el atentado y narcobloqueos con saldo hasta hoy de tres muertos, indica que algunos de estos síntomas pueden prolongarse hasta por un mes o más.

Francisco José Gutiérrez Rodríguez, maestro y Jefe del Departamento de Psicología Básica, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), resaltó la importancia de que el gobierno difunda información no sólo de los acontecimientos, sino de los lugares a los que la población puede acudir para ser apoyada en el plano psicológico.


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Dijo que fue impreciso utilizar el término psicosis como lo hicieron algunos medios de comunicación y redes sociales ante los hechos violentos, ya que esto implicaría una pérdida de contacto con la realidad.

Explicó que los testigos presenciales de los hechos violentos, como los empleados que trabajaban en los restaurantes o negocios de las zonas afectadas, así como los familiares de las víctimas, podrían desarrollar el trastorno por estrés postraumático, lo cual afecta diversas esferas de su vida, y por lo tanto tienen que recibir atención especializada.

Comentó que la mujer reporta más este tipo de estrés debido al papel social que desempeña, en el que está permitido llorar, pedir ayuda y externar una queja. Mientras el varón lo experimenta con la somatización, como úlceras, gastritis y problemas para dormir, dijo el especialista.

Algunos síntomas de este padecimiento son pesadillas sobre los hechos vividos, malestar, sudoración y taquicardia al recordar el hecho; irritabilidad, dificultad para mantener el sueño y, en ocasiones, el afectado quiere evitar los lugares o a personas que le recuerdan el incidente violento, agregó la maestra Martha Catalina Pérez González, Directora del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica del CUCS.

Finalmente, el maestro Gutiérrez Rodríguez resaltó que son necesarios modelos más eficientes para el manejo de crisis como la que tuvo lugar en la ZMG y para prevenir el delito. Son también necesarios servicios de psicología más eficientes para que los profesionales acudan a atender a la población.

El doctor Rogelio Barba Álvarez, coordinador de la Licenciatura en Criminalística del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) habló sobre las víctimas que han sufrido pérdidas y la protección que les da la Ley de Atención a Víctimas del Estado de Jalisco, que establece medidas de compensación por los daños, perjuicios y pérdidas económicamente evaluables, e incluyen la reparación del daño sufrido en la integridad física, así como del moral y el pago de los salarios o percepciones correspondientes, cuando por lesiones se cause incapacidad para trabajar en oficio, arte o profesión.