El arzobispo emérito,Juan Sandoval Iñiguez, celebra 25 años como cardenal

En entrevista dijo que ve a Jalisco como todo México con violencia e inseguridad

Rosario Bareño | El Occidental

  · martes 26 de noviembre de 2019

Foto: Cortesía | Arquidiócesis de Guadalajara

En el marco de su 25 aniversario como cardenal, el arzobispo emérito de Guadalajara Juan Sandoval Iñiguez, en entrevista, lamentó que ve a Jalisco como en México violencia e inseguridad. Sobre la 4 Transformación evitó emitir una opinión sobre ello.

Manifestó "sigo pidiendo (Dios) que sí me da vida, me de también capacidad de servir, ante todo con la oración, que tengo más tiempo de hacer oración hoy que soy Emérito. Y en mis tiempos libres me regale el poder leer que me gusta mucho y poder caminar".


Foto: Cortesía | Arquidiócesis de Guadalajara


En estos 25 años dice que ve a Jalisco como todo México con violencia e inseguridad.

El 26 de noviembre de 1994 le fue impuesto por el Papa Juan Pablo II el capelo cardenalicio y lo celebró con una misa en el Templo Expiatorio.

A los católicos les recuerda "tenemos un aval que es la Virgen de Guadalupe, en la patria nuestra, somos su nación preferida, sus hijos predilectos".

Sobre la cuarta transformación, respondió con una frase en italiano y luego la tradujo "mejor no hablemos".



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La homilía la encabezó monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano en el Templo El Expiatorio, que destacó la trayectoria del Arzobispo Emérito y que la iglesia y el Sumo Pontífice Juan Pablo II lo llamó a ser su colaborador.

"Muchas voces, muchos sentimientos que se dirigen a Dios para decirle bendito seas, muchas gracias, el señor cardenal es nuestro hermano, nuestro amigo, es pastor de la Iglesia, todos los que lo conocemos podemos coincidir que estas son realidades en su vida, ha sido un hermano, un amigo sincero y pasto y fiel", señaló monseñor Cabrera.



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A los católicos les recuerda "tenemos un aval que es Virgen de Guadalupe, la patria nuestra, somos su nación preferida, sus hijos predilectos".

Sobre la cuarta transformación, respondió con una frase en italiano y luego la tradujo "mejor no hablemos".

En la misa lo acompañaron sacerdotes, religiosas y políticos.