En México las personas con obesidad y sobrepeso sufren de depresión, ansiedad, además del estigma y discriminación en diferentes sectores de la sociedad, lo que ocasiona que su estado anímico más afectado.
En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, la psicóloga Ericka Backhaoff Allard, advierte que el estigma, ocasiona que la persona que vive con obesidad puede sentir emociones como angustia, ira, disgusto, miedo y vergüenza.
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Estos efectos, comentó varía de acuerdo con el género: los hombres no resisten las desventajas sociales como las mujeres: “Esta condición afecta negativamente su autoestima y percepción de bienestar”.
Backhaoff Allard señaló que los estigmas comunes relacionados con la obesidad y salud mental son de tipo social, autoestima y estructurales.
“Se percibe en los medios de comunicación y en la sociedad, consiste en devaluar a una persona por su cuerpo; autoestigma, si una persona dice que una persona con obesidad es alguien que “sin valía”, “no suficiente” terminará creyendo que es así, eso puede afectar la autoestima y la capacidad de pedir ayuda”.
Mientras que los estigmas estructurales, describió las normas, políticas y prácticas de instituciones que restringe los derechos y las oportunidades de las persas estigmatizadas; anotó que el estigma y la discriminación puede “empeorar la salud mental de las personas”.
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“En el ámbito estudiantil hay menor aceptación hacia los estudiantes con obesidad, comparados con los que no lo son, a pesar de que el rendimiento sea semejante en ambos”.
En la cuestión laboral, subrayó: “Algunos empleadores no contratan a personas con obesidad bajo ninguna condición y otros solo los contratan bajo condiciones especiales”.
Ante estos aspectos, la psicóloga señaló que la mujer o el hombre con la enfermedad: sobrepeso o obesidad por miedo no buscan el apoyo especializado, por lo contrario su salud mental se va deteriorando.
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