La desaparición de entre 11 mil y 70 mil migrantes en Méxicose puede considerar como un genocidio, similar al que ocurrió enla Segunda Guerra Mundial con los judíos, aseguro el padre JoséAlejandro Solalinde Guerra, quien señaló que gran parte de losdesaparecidos aparentemente fue provocado por los llamados Zetas,además se utilizaron para el tráfico de personas, prostitución ytráficos de órganos.
El defensor de los derechos humanos de los migrantescentroamericanos y mexicanos, señaló que es preocupante elincremento de niños migrantes que no van acompañados y que sonpresa fácil de los grupos de la delincuencia para utilizarloshasta como sicarios. “Vamos a estremeceremos cuando veamos qué fue lo que pasó,realmente es un genocidio, lo que se hizo aquí es un genocidio,con el pueblo centroamericano con la comunidad migrante, es ungenocidio y algún día se va a ver esto y vamos a tener queacéptalo, pero lástima que nuestros gobernantes sin vergüenza,corruptos e impugnes no estén aquí para dar la cara y dar cuentade su complicidad con los Zetas”, aseguró y puso como ejemplo alos gobernadores Fidel Herrera y Javier Duarte.Explicó que se maneja esa amplia cifra de personas desaparecida yhasta quizás muertas porque nadie sabe en dónde quedan los milesde migrantes que cruzan la frontera sur de México para dirigirseal famoso sueño americano y muchos de ellos son asesinados en elcamino, prueba de ello fueron los más de 100 asesinados en lacomunidad de San Fernando, Tamaulipas.
Dijo que en la asociación que dirige y el colectivo del queforma parte llevan contabilizadas más de 11 mil personasdesaparecidas en el camino, pero “el movimiento migrantemesoamericano que lleva otras cuentas llevan más de 70 milmigrantes desaparecidos”, y muchos de ellos están en las fosasclandestinas a lo largo del país, en donde muchos de los cuerposno están identificados y no son de las regiones en donde seubican.
Agregó que hay cuerpos que son localizados hasta conidentificaciones y los grupos defensores de derechos le dicen que“no les permiten verlas, ningún nacional hace eso, no llevanidentificación y los que tienen identificación soncentroamericanos, es decir una parte de los que encuentran en fosasde todos lados son centroamericanos, pero quién los va aidentificar, quién se va a interesar por ellos”.
Narró una experiencia que vivió hace unos días en donde unade las madres que buscaba a su hijo lo encontró en pedazos, esdecir “encontró un cráneo y a los días otro huesito, pero noahí, en otros lugares, entonces ellos no van a tener nunca elcuerpo completo de sus hijos”, en el caso de Jalisco hay más de400 cuerpos sin identificar y muchos de ellos seguramente seránextranjeros por lo que pidió que las autoridades no incineren loscuerpos para que en caso de que alguien los busque sepan dóndeestán.
Sobre el incremento de inmigrantes menores de edad dijo que espreocupante ya que cada vez se ven más y “Estados Unidos yMéxico no ha logrado parar el flujo migratorio de este rango deedades, digamos de 12 a 17 años, pero también de 17 a 35 años,no ha parado, nos preocupan mucho los menores de edad porque soncompletamente vulnerables” para ser presa de los gruposdelincuenciales.
“Los pobres niños no acompañados no tienen ni una soladefensa, he convivido con ellos y nos cuentan lo que han vivido conos Zetas y otros grupos, nos cuentan cómo los enseñan a matar, ausar las armas, cómo para ellos es un juego matar a una persona,violar a una mujer, ellos se aburren y lo dejan” para en algunoscasos regresar a sus países.
Explicó que no hay un monitoreo del flujo migratorio, no setiene un seguimiento adecuado y los inmigrantes van por todos ladosy para los delincuentes no importa sin son mexicanos ocentroamericanos
Solalinde Guerra indicó que Jalisco es un paso obligado deinmigrantes ya que no es posible que pasen por la zona de El Golfodebido al riesgo que les representa y en muchas ocasiones es mortalsu camino y pidió a los jaliscienses que “no vean una molestiaen personas extrañas que circulan en su camino” por esta tierrasy no ignorarlos porque no salen de sus comunidades por su gustosino por la violencia y la falta de oportunidades de trabajo.
