La demanda para adquirir oxígeno medicinal se ha convertido en una carrera contra el tiempo, el servicio a domicilio, considerado tiempo atrás un lujo, desapareció y si se quiere el gas vital, hay que ir por él, en su búsqueda. Las empresas reportan consumos que “nunca habíamos visto”, en voz de sus gerentes, pero garantizan el abasto. Advierten de personas que aprovechan el momento para “revenderlo”.
Al final, alguien, en su casa o en el hospital, lo necesita. Son los nosocomios los únicos que, a través de sus líneas y por contrato, siguen recibiendo directamente el gas en sus instalaciones.
No importa las distancias, la gente llega de municipios alejados como Lagos de Moreno (165.5 kilómetros), Tepatitlán (62.47 kilómetros) o Zapotlanejo (36.3 kilómetros). Esto les implica viajes con duración de media hora hasta 4 horas.
Es el consumo directo, en el hogar, donde la situación se complica y si antes llegaba en camiones, en un servicio a domicilio las 24 horas, cada vez es más difícil y hoy hay que salir a buscarlo.
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Con decepciones, como El Occidental lo confirmó el fin de semana pasado, puesto que las personas se topan con que, por ejemplo, algunos de esos negocios que trabajan al menudeo o medio mayoreo, no abren, descansan.
Otras empresas como INFRA, Gimsa u Oxihome laboran las 24 horas y como nunca, las personas hacen fila todo el día para adquirir el oxígeno. Con su tanque, de todos los tamaños, al lado y dispuestos a erogar entre 220 y hasta 900 pesos por el llenado.
El director general de Oxihome, Juan Pablo Gallegos, asegura que desde noviembre y hasta marzo, en tiempos de frío, siempre había un alza, ante el incremento de enfermedades en las vías respiratorias y por supuesto la aparición de compras de pánico, pero también gente que no lo ocupa y que es oportunista para hacer negocio”.
Aclara que el oxígeno no solo se usa para pacientes de Covid-19, “también se utiliza por personas que padecen influenza, enfisema pulmonar, neumonía, problemas cardiovasculares”.
No hay desabasto, son 32 plantas productoras a nivel nacional, lo que sí hay -explica Juan Pablo Gallegos- es un consumo fuera de lo cotidiano, “nunca han existido estos números en consumo de oxígeno, hoy estamos pasando niveles que nunca habíamos visto y hay que hacer ciertos sacrificios, afectando la parte industrial y crecer de esa manera la atención a la demanda de oxígeno medicinal”.
“Oxígeno hay, lo que pasa es que hay muchos charlatanes y gente que abusa” y puso como ejemplo algunos equipos con costo en el mercado de 11 mil pesos, son rentados hasta en 18 mil pesos mensuales” ó quienes rentan los tanques en mil 500 pesos a la semana, cuando antes su costo era de 300 pesos por semana, detalló.
Además se las han arreglado para detectar a los revendedores, ponen especial atención a quienes llegan con dos tanques y les hacen una serie de preguntas antes de venderles o si ven que van muy seguido, también los cuestionan y solo se les vende de uno, esto para evitar que se caiga en el acaparamiento.
“La gente en general, por miedo de sus pacientes, llegan queriendo comprar oxígeno llevando un tanque de oxígeno industrial”, dijo el director general de Oxihome, que llamó a la gente a la calma y “no comprar por desesperación, hay casos donde han adquirido tanques en 45 ó 60 mil pesos”. El fin de semana solo dos empresas vendieron oxígeno en toda la ciudad y a diario están atendiendo entre 200 y 700 personas.
Insistió en que antes de llegar a estos escenarios, la gente haga caso a las recomendaciones y no salga en casa, use cubrebocas y se cuide.
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