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La enfermedad de Covid-19 y las diversas vacunas reducen la progesterona femenina, una hormona clave para lograr el embarazo.
El método de rejuvenecimiento ovárico con células madre da un giro mayúsculo, ya que las mujeres adultas tienen una nueva esperanza de convertirse en madres.
“Lo que más pavor tenía era ser mamá, postergar la maternidad con mil pretextos. Estudié y viajé. Descubrí que sí quería ser mamá”, así se expresa Claudia Cervantes, quien se sometió a un rejuvenecimiento ovárico con células madre.
En marzo del 2020, con el inició de la pandemia Claudia dio a luz a Santiago, primer niño mexicano y el tercero a nivel mundial que nació bajo esta técnica de reproducción.
Por si no lo viste:
La decisión de tener un bebé antes de iniciar la cuarta década de la vida consagró a Claudia Cervantes, quien hoy abraza y camina junto con su hijo para compartir e invitar a las mujeres a tener una cultura de información y prevención en su salud reproductiva.
“A las mujeres jóvenes la importancia de la prevención de estar informados y tener conocimiento sobre la salud reproductiva, lo que implica revisar oportunamente la reserva ovárica y considerar congelar los óvulos”.
En este caminar escribió el libro “Amor in vitro”, publicado en agosto de 2022.
“Ha dado mucha esperanza a las parejas con problema de infertilidad con este tratamiento de células madre el protocolo de falla ovárica”.
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Tiempo atrás, había comenzado a congelar sus óvulos para preservar su fertilidad. Sin embargo, mientras que la ciencia en salud reproductiva avanza, aún los estereotipos de cómo debe ser una familia mantienen una tradición.
Para lograr el embarazo, Claudia ingresó a un protocolo de células madre, fueron extraídas de su grasa con una liposucción, recuerda cada proceso -e incluso- de los momentos difíciles.
“En este protocolo es poder inyectar en cada ovario y al paso de tres meses se muestre el rejuvenecimiento para reproducir más y mejores óvulos, porque con el paso de los años, aunque tengas menstruación van envejeciendo, pierden energía, esto impide que se produzca un embarazo o tengamos embriones sanos y abortos espontáneos”.
“Yo lo tuve con la semilla de un donante siendo soltera, hoy en día es la mejor decisión que pude tener porque si no fuera así, yo seguiría esperando al príncipe azul y quizás no hubiera sido mamá”.
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Para la salud femenina no solo es ir con el ginecólogo, también es acudir a la biología reproductiva, realizar estudios de sangre y de hormonas como es la prueba de hormona antimülleriana.
“Todas las mujeres deberían hacérselo para saber en qué etapa reproductiva están y puedan planificar con sus parejas o en solitario”.
Se estima que seis de cada 10 mujeres que se someten a este tipo de tratamiento no lo logran. Claudia por un momento dudó en seguir el proceso por una cuestión anímica y económica, pero el deseo de la maternidad fue mayor para abrazar a Santiago.
El ginecólogo, biólogo de la reproducción y especialista en genética molecular con un enfoque integral, Jesús Luján Irastorza platica que se nace con 500 mil óvulos, pero al iniciar la madurez sexual cada 60 días se pierden una veintena hasta alcanzar el 80%, lo que conlleva dejar de menstruar.
“Cuando estamos en la menopausia se puede presentar a los 40 años, en promedio es a los 50, pero desde los 35 y 40 años estamos viendo cada vez más pacientes que los ovarios no están funcionando bien, no significa que se acabaron los óvulos, hay un 80% de ellos ahí”.
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