Cuatro representaciones de la Pasión de Cristo estremecieron a la capital de Jalisco este Viernes Santo. Arrancaron lágrimas entre mujeres asistentes, concentraron multitudes -se calculan 42 mil asistentes- y sobrepasaron muros, porque una de ellas fue dentro del penal de Puente Grande. El anuncio fue en la Judea en San Martín de las Flores en Tlaquepaque, donde autoridades confirmaron que pronto será Patrimonio Cultural de Jalisco.
Muy temprano se dieron las representaciones de Santa Rosa de Lima y en el paseo Alcalde con culminación en la Catedral Metropolitana, ambas con la intervención activa de sacerdotes de la arquidiócesis local.
La primera de ellas, que es organizada por la comunidad religiosa en torno al templo de Santa Rosa de Lima y termina en el cerro de la colonia Las Águilas, sumó a unas 800 personas en la zona. Tuvo una duración de casi dos horas y fue acompañada por un rosario en vivo, con la participación del sacerdote de la parroquia. Ya es tradicional y estuvo muy bien organizada.
Por Paseo Alcalde, se llevó a cabo otra representación -también reconocida por el Arzobispado- que es organizada por la Fundación de Amigos del Paseo Fray Antonio Alcalde, que relativamente lleva pocos años, pero esta ocasión reunió a mil 200 personas sobre todo al momento de la representación de la crucifixión frente a la catedral Metropolitana. Doña Esmeralda, una de las asistentes, no dejó de llorar todo el camino y cuando se le preguntó el motivo dijo: “lloro solo por recordar todo el daño que le hicimos a Jesús”.
Y ni la prisión pudo evitar celebración tan emotiva, en el marco de Semana Santa y Pascua, al realizarse otro evento más por parte de 120 personas privadas de la libertad, tanto hombres como mujeres, así como sus familiares, que escenificaron la Pasión de Cristo en la Comisaría de Prisión Preventiva. Se replicó en los 14 centros de reinserción en el Estado de Jalisco.
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Las autoridades de DIGPRES Jalisco contaron para ello con la colaboración importante de la Pastoral Penitenciaria, a cargo del Padre Víctor Olegario Corona, para la realización de estas actividades que entendidas como derecho humano son respetadas y promovidas por la Dirección General de Prevención y Reinserción Social. “Como que se enciende una alegría, una llama, este día es diferente para ellos, como algunas personas privadas de la libertad me lo han manifestado, se revive mucha injusticia que hay, como ellos buscan el perdón, necesitan sentir la misericordia, sentir la bondad de Dios”, afirmó el padre Oelgario.
Reiteró el director general del sistema penitenciario estatal, Mtro. José Antonio Pérez Juárez, que se trata de “Un derecho fundamental de toda persona, aun privada de su libertad, la libertad de creencia, profesar la religión que hayan abrazado; para nosotros significa que Jalisco está alcanzando resultados en cuanto a la reinserción social efectiva, con 99.91 por ciento de eficacia técnica, con base en ese respeto que nos impone la Ley, pero que también nos impone nuestra convicción y nuestra solidaridad”.
Y sin duda alguna la más grande, donde se dieron cita más de 40 mil personas, fue en la Judea que se celebra en San Martín de las Flores, municipio de San Pedro, Tlaquepaque, y que tiene una duración de tres días.
Esta última es la más antigua incluso en México, tiene 229 ediciones y después de la de Iztapalapa, es considerada como una de las más importantes. Es organizada por los habitantes de San Martín de las Flores, en Tlaquepaque, y este año participaron 140 actores.
La regidora Adriana Zúñiga, en representación de la presidenta municipal de Tlaquepaque, Citlalli Amaya, confirmó que están en proceso para convertir la Judea en Patrimonio Cultural Estatal y ya tuvieron la reunión con la Secretaría de Cultura para realizar un levantamiento fotográfico. Esta última culmina cerca de las 18:00 horas.
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