/ lunes 20 de febrero de 2023

Buscan en otros estados medicinas para el cáncer

Jóvenes y adultos sienten que son marginados ante la falta de apoyo en la atención a tratamientos

En Jalisco a pesar de una política pública para la atención de cáncer infantil, jóvenes y adultos quedan en el abandono. No tienen acceso a 28 medicamentos por la escasez de estos, especialmente cuando se trata de los tipos de tumores en mama, próstata, tiroides y cérvix. Eso les obliga a irse a otros estados del país y a sostener gastos mensuales que van de los 30 a los 60 mil pesos aproximadamente.

La falta de una cobertura universal e igualitaria para la atención de este problema de salud pública enciende los focos de alerta ante el desabasto constante de medicamentos, poniendo en peligro la vida de cientos de pacientes con cáncer. Así lo demuestran Lupita y José quienes enfrentan esa problemática para atacar el cáncer que padecen ante el panorama desolador en las instituciones públicas. Ambos pacientes han tenido que migrar al privado teniendo que gastar lo anteriormente expuesto.

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Actualmente en la entidad faltan 28 fármacos para algún tipo de cáncer entre estos de mamá, próstata, tiroides y cérvix; el desabasto de medicamentos puede ser cambiante hasta llegar a duplicarse. Los fármacos con mayor desabasto para el cáncer en adultos son palbociclib, fulvestrant, letrozol para tratar el cáncer de mama; lenvatinib y yodo radiactivo para cáncer tiroideo; olaparib, para cáncer de ovario; pemetrexed para cáncer de pulmón y sorafenib, para tratar el carcinoma de células renales avanzado.

En el último trimestre Lupita Álvarez dejó de tomar el tratamiento médico para cáncer de mama de nombre letrozol tableta de 20.5 mg., debe tomarlo durante cinco años sin suspenderlo. Sin embargo las recetas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se han acumulado.

Lupita fue diagnosticada en etapa tres en julio del 2021, al año siguiente termina el tratamiento de ocho quimioterapias y 25 radiaciones; por las quemaduras que sufrió de segundo y tercer grado acudió a un consultorio particular para rehabilitación y terapia del brazo afectado.

“Me quemó el pecho y la axila por las radiaciones, me quedó el brazo abajo, pegado y tuve que acudir a rehabilitación para los tendones que se encogen con las radiaciones para volver a estirar el brazo. Además del tratamiento para la linfedema, todo lo hice por fuera del IMSS porque nunca me lo dio”. En octubre del 2022 le retiraron el seno derecho.

Por el tratamiento que implica el cáncer de mama, Lupita perdió su trabajo y aun así tuvo el apoyo de David, su hijo menor para continuar con el esquema de pago de dos mil pesos cada mes. Empero, ante la falta del fármaco y de una atención integral, tomo de la decisión de abandonar el esquema de pago.

“En diciembre le dije a mi hijo que ya no le pagara más (al IMSS) porque ni el medicamento le daban, tenía dos meses atrás que no había medicamento letrozol. Le dije lo estamos pagando y no me están dando nada, la atención ya no me da ya nada a mí ya no me sirve el seguro”.

Sienten incertidumbre ante la escasez

Lupita muestra su preocupación por que debe tomar por cinco años las tabletas de letrozol: “Me dijeron que no debo suspenderlo porque iba a estar en revisión, pero desde hace tres meses que está suspendido ya va para cuatro meses, además me encargaron unos exámenes que tampoco me los podían hacer, deje de hacerlos porque en lo particular tiene un costo aproximado de cuatro mil pesos”.

A ocho meses de cumplir 60 años, Lupita con un nudo en la garganta expresa:

“Me siento en total desamparo; en verdad no me quiero angustiar, pero no sé qué consecuencia me traiga por suspender el tratamiento, desconozco las consecuencias pero no puedo solventar todo”.

Como Lupita hay otros pacientes que pasan por un viacrucis para conseguir el medicamento como el caso de José, él tiene el cáncer de tiroides, tercer tipo de tumor más frecuente.

Él tiene que recibir radioterapia con yodo radiactivo pero no ha encontrado el tratamiento en tierras de Jalisco. Este se usa para destruir cualquier tejido tiroideo que no fue extirpado mediante la cirugía, además ayuda a los pacientes a vivir por más tiempo del pronosticado.

Al no tener el tratamiento puede ocasionar un carcinoma papilar o folicular “son cánceres que no te deben de matar, se vuelven complicados porque pueden situarse en una vena principal de cuello y la terapia para mitigar se llama lenix que cuesta 40 mil pesos y no se tiene acceso”, advierte José Carlos Izaguirre de la Asociación Civil Cómplice y de la Asociación Mexicana de Lucha contra el cáncer.

En los hospitales regionales de Jalisco se carece de yodo radiactivo, ni PDS Cam para identificar metástasis o si es un caso nuevo o derivado del primario. José, al no encontrar el tratamiento de yodo radiactivo, ha tenido que viajar a otro estado de la República Mexicana para cuidarse.

Desabasto de fármacos

El desabasto de medicamentos oncológicos se intensificó desde hace tres años, una situación que preocupa a organismos civiles, pacientes y familiares ante la falta de una política pública integral e igualitaria que garantice el lema del 2023 “Por unos cuidados más justos” y un llamado a unir nuestras voces y actuar”. La hipótesis para algunas organizaciones es que el desabasto de medicamentos oncológicos conlleva al alza de muertes.

Aunque en Jalisco hay una política de atención universal e integral para niñas, niños y adolescentes con cáncer para responder al problema de desabasto de medicamentos, los olvidados han sido las y los jóvenes y adultos. Ellas y ellos son atendidos en instituciones de salud pública, del IMSS, ISSSTE y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y palpa día a día del desabasto que hay, quedándose meses sin su tratamiento como el caso de Lupita que desde noviembre del 2022 no recibe el letrozol, el cual no debe suspender durante cinco años.

Para José Carlos Izaguirre en Jalisco el panorama es desalentador e incertidumbre; con él coinciden otras organizaciones civiles que luchan por que pacientes no abandonen el tratamiento. Los otros tratamientos faltantes son idarrubicina, Imatinib, tretinoina, mercaptopurina para tratar la leucemia; bleomicina, lapatinib, ribociclib, pertuzumab, pembrolizumab, metotrexato, bremtuximab para detener el aumento de células cancerígenas en el cuerpo; pazopanib, pazopanib para tratamiento de carcinoma renal; sandostatina para tumores como el carcinoide, los tumores de células isleta del páncreas, el gastrinoma o lo tumores secretores de péptidos intestinales vasoactivos;

Desigualdad gubernamental

Ante el desabasto acumulativo, José Carlos Izaguirre lamentó que aunque las niñez está cubierta con el tratamiento, en los adultos mayores el panorama es otro:

“Siguen con desabasto en las principales patologías, prácticamente no hay medicamentos siendo que estas enfermedades cuentan con una Nom para acceder a gastos catastróficos y tener un fondo federal”.

El desabasto de medicamentos oncológicos ocasiona que el paciente no pueda completar el ciclo del tratamiento, cambios en los protocolos y lo más lamentable termina siendo el abandono del tratamiento, “puede caer en la parte de mortalidad en más pacientes adultos”.

Indicó que en México hay un rezago en la atención de pacientes jóvenes y adultos ante la falta de voluntad política, consolidación de políticas públicas integrales e incluyentes por parte de los tres niveles de gobierno: Federal, estatal y municipal.

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  • En Jalisco a pesar de una política pública para la atención de cáncer infantil, jóvenes y adultos quedan en el abandono. No tienen acceso a 28 medicamentos por la escasez de estos, especialmente cuando se trata de los tipos de tumores en mama, próstata, tiroides y cérvix. Eso les obliga a irse a otros estados del país y a sostener gastos mensuales que van de los 30 a los 60 mil pesos aproximadamente.

    La falta de una cobertura universal e igualitaria para la atención de este problema de salud pública enciende los focos de alerta ante el desabasto constante de medicamentos, poniendo en peligro la vida de cientos de pacientes con cáncer. Así lo demuestran Lupita y José quienes enfrentan esa problemática para atacar el cáncer que padecen ante el panorama desolador en las instituciones públicas. Ambos pacientes han tenido que migrar al privado teniendo que gastar lo anteriormente expuesto.

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    Actualmente en la entidad faltan 28 fármacos para algún tipo de cáncer entre estos de mamá, próstata, tiroides y cérvix; el desabasto de medicamentos puede ser cambiante hasta llegar a duplicarse. Los fármacos con mayor desabasto para el cáncer en adultos son palbociclib, fulvestrant, letrozol para tratar el cáncer de mama; lenvatinib y yodo radiactivo para cáncer tiroideo; olaparib, para cáncer de ovario; pemetrexed para cáncer de pulmón y sorafenib, para tratar el carcinoma de células renales avanzado.

    En el último trimestre Lupita Álvarez dejó de tomar el tratamiento médico para cáncer de mama de nombre letrozol tableta de 20.5 mg., debe tomarlo durante cinco años sin suspenderlo. Sin embargo las recetas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se han acumulado.

    Lupita fue diagnosticada en etapa tres en julio del 2021, al año siguiente termina el tratamiento de ocho quimioterapias y 25 radiaciones; por las quemaduras que sufrió de segundo y tercer grado acudió a un consultorio particular para rehabilitación y terapia del brazo afectado.

    “Me quemó el pecho y la axila por las radiaciones, me quedó el brazo abajo, pegado y tuve que acudir a rehabilitación para los tendones que se encogen con las radiaciones para volver a estirar el brazo. Además del tratamiento para la linfedema, todo lo hice por fuera del IMSS porque nunca me lo dio”. En octubre del 2022 le retiraron el seno derecho.

    Por el tratamiento que implica el cáncer de mama, Lupita perdió su trabajo y aun así tuvo el apoyo de David, su hijo menor para continuar con el esquema de pago de dos mil pesos cada mes. Empero, ante la falta del fármaco y de una atención integral, tomo de la decisión de abandonar el esquema de pago.

    “En diciembre le dije a mi hijo que ya no le pagara más (al IMSS) porque ni el medicamento le daban, tenía dos meses atrás que no había medicamento letrozol. Le dije lo estamos pagando y no me están dando nada, la atención ya no me da ya nada a mí ya no me sirve el seguro”.

    Sienten incertidumbre ante la escasez

    Lupita muestra su preocupación por que debe tomar por cinco años las tabletas de letrozol: “Me dijeron que no debo suspenderlo porque iba a estar en revisión, pero desde hace tres meses que está suspendido ya va para cuatro meses, además me encargaron unos exámenes que tampoco me los podían hacer, deje de hacerlos porque en lo particular tiene un costo aproximado de cuatro mil pesos”.

    A ocho meses de cumplir 60 años, Lupita con un nudo en la garganta expresa:

    “Me siento en total desamparo; en verdad no me quiero angustiar, pero no sé qué consecuencia me traiga por suspender el tratamiento, desconozco las consecuencias pero no puedo solventar todo”.

    Como Lupita hay otros pacientes que pasan por un viacrucis para conseguir el medicamento como el caso de José, él tiene el cáncer de tiroides, tercer tipo de tumor más frecuente.

    Él tiene que recibir radioterapia con yodo radiactivo pero no ha encontrado el tratamiento en tierras de Jalisco. Este se usa para destruir cualquier tejido tiroideo que no fue extirpado mediante la cirugía, además ayuda a los pacientes a vivir por más tiempo del pronosticado.

    Al no tener el tratamiento puede ocasionar un carcinoma papilar o folicular “son cánceres que no te deben de matar, se vuelven complicados porque pueden situarse en una vena principal de cuello y la terapia para mitigar se llama lenix que cuesta 40 mil pesos y no se tiene acceso”, advierte José Carlos Izaguirre de la Asociación Civil Cómplice y de la Asociación Mexicana de Lucha contra el cáncer.

    En los hospitales regionales de Jalisco se carece de yodo radiactivo, ni PDS Cam para identificar metástasis o si es un caso nuevo o derivado del primario. José, al no encontrar el tratamiento de yodo radiactivo, ha tenido que viajar a otro estado de la República Mexicana para cuidarse.

    Desabasto de fármacos

    El desabasto de medicamentos oncológicos se intensificó desde hace tres años, una situación que preocupa a organismos civiles, pacientes y familiares ante la falta de una política pública integral e igualitaria que garantice el lema del 2023 “Por unos cuidados más justos” y un llamado a unir nuestras voces y actuar”. La hipótesis para algunas organizaciones es que el desabasto de medicamentos oncológicos conlleva al alza de muertes.

    Aunque en Jalisco hay una política de atención universal e integral para niñas, niños y adolescentes con cáncer para responder al problema de desabasto de medicamentos, los olvidados han sido las y los jóvenes y adultos. Ellas y ellos son atendidos en instituciones de salud pública, del IMSS, ISSSTE y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y palpa día a día del desabasto que hay, quedándose meses sin su tratamiento como el caso de Lupita que desde noviembre del 2022 no recibe el letrozol, el cual no debe suspender durante cinco años.

    Para José Carlos Izaguirre en Jalisco el panorama es desalentador e incertidumbre; con él coinciden otras organizaciones civiles que luchan por que pacientes no abandonen el tratamiento. Los otros tratamientos faltantes son idarrubicina, Imatinib, tretinoina, mercaptopurina para tratar la leucemia; bleomicina, lapatinib, ribociclib, pertuzumab, pembrolizumab, metotrexato, bremtuximab para detener el aumento de células cancerígenas en el cuerpo; pazopanib, pazopanib para tratamiento de carcinoma renal; sandostatina para tumores como el carcinoide, los tumores de células isleta del páncreas, el gastrinoma o lo tumores secretores de péptidos intestinales vasoactivos;

    Desigualdad gubernamental

    Ante el desabasto acumulativo, José Carlos Izaguirre lamentó que aunque las niñez está cubierta con el tratamiento, en los adultos mayores el panorama es otro:

    “Siguen con desabasto en las principales patologías, prácticamente no hay medicamentos siendo que estas enfermedades cuentan con una Nom para acceder a gastos catastróficos y tener un fondo federal”.

    El desabasto de medicamentos oncológicos ocasiona que el paciente no pueda completar el ciclo del tratamiento, cambios en los protocolos y lo más lamentable termina siendo el abandono del tratamiento, “puede caer en la parte de mortalidad en más pacientes adultos”.

    Indicó que en México hay un rezago en la atención de pacientes jóvenes y adultos ante la falta de voluntad política, consolidación de políticas públicas integrales e incluyentes por parte de los tres niveles de gobierno: Federal, estatal y municipal.

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