Con una lucha que se remonta desde hace más de 25 años, en donde diversos fueron los esfuerzos a fin de recuperar el espacio para los ciudadanos, Bosque Urbano Tlaquepaque hoy se ha convertido en ese sueño imaginado por unos pocos y a la vez un lugar disfrutado para muchos.
Aunque la historia data de los años 80, no fue sino a partir de los años 90 en que comenzó la verdadera batalla ya que si bien el gobierno de aquel entonces tenía la intención de dejar a los vecinos el predio -en ese momento de 30 hectáreas-, tras las explosiones del 22 de abril de 1992 el terreno se convirtió prácticamente en un baldío que albergó los escombros que de la tragedia se desprendieron.
Podría interesarte → Temacapulín podría sumarse a la lista de Pueblos Mágicos de Jalisco: Secretaría de Turismo
Hoy en día incluso se pueden apreciar algunas losas del sector Reforma de aquellos fatídicos tiempos, sin embargo se quedaron como el recordatorio de toda la batalla que a lo largo de décadas vecinos emprendieron hasta lograr un lugar de 10 hectáreas en el que se ha creado una verdadera comunidad.
“Todo fue a raíz de un incendio en 2020. Se nos hizo raro ver movimiento de tierra y al ver que era para el corralón nos movemos todos los vecinos.
La señora Bety y yo empezamos a invitar; se suman Gaby, Poncho, Chela y en mayo decidimos entrar en el terreno. No solo fue gestionando como en 25 años se hizo de ir con un oficio al gobierno, sino que nos venimos con bolsas a juntar basura, a plantar 500 árboles y a hacer acción comunitaria todos los días”, refiere Josué Fabio Moreno del colectivo Bosque Urbano Tlaquepaque.
Perseverancia vecinal
A principios del año 2000 vecinos entraron al terreno para adecuar canchas de fútbol, sin embargo no consiguieron el aval del gobierno para hacer un parque.
Es en este tiempo, el gobierno de Francisco Ramírez Acuña, que el terreno se divide para darle paso a la creación del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, los edificios de la Fiscalía, un terreno para pensiones y las 10 hectáreas que hoy persisten como bosque urbano.
Vecinos recuerdan que en la administración de Emilio González este cachito de tierra se destinó para el proyecto fallido de Ciudad Agropecuaria.
Es así que en 2013, con Aristóteles Sandoval en el poder, se movilizan nuevamente y consiguen el aval para el Parque Recreativo Tlaquepaque.
Aunque se avanzó en la creación de una cancha y un estacionamiento frente a Semefo, cuando en 2015 el PRI pierde poder, el proyecto se vuelve a cancelar.
Es así que cinco años después 17 vecinos vuelven a juntarse y en esta ocasión, tras incontables intervenciones, varias manifestaciones y reuniones con autoridades logran recuperar el espacio.
Bosque Urbano Tlaquepaque
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro anunció en agosto de 2020 que este terreno se destinará a las personas, por lo que en febrero del 2021 comienza la intervención y en noviembre del mismo año opera el bosque en todo su esplendor.
Antes de su arranque formal, vecinos jamás dejaron de meter mano de obra para mantener los árboles y en general en óptimas condiciones el lugar.
Te recomendamos → Glamping es la nueva tendencia de hospedaje en Jalisco
De esos trabajos persiste aún el Centro de Acopio Comunitario de Residuos que tras la intervención de autoridades en el lugar hay alrededor de 2 mil 700 árboles, caminos, un área infantil, una plazoleta y el mural Nueva Tierra, así como un vaso regulador, cancha de fútbol, explanada y módulos de baños.
Entre los guajes, los guamúchiles o algunos sauces que también persisten, para el lugar se tiene pensado otras dos etapas, entre lo que se contempla acondicionar un Punto Verde.
Así, tras la labor ciudadana y el empuje del gobierno, hoy se estima que el bosque beneficie a al menos 19 mil personas de las colonias aledañas, entre las que se encuentran el Fraccionamiento Revolución y Residencial Tapatío.
“Si no hubiese sido por el soporte de quienes trabajamos aquí para limpiar el espacio, para hacerlo ver más bonito, no se logra. Se vio la entrega de nuevas generaciones, que quieren un mundo mejor", manifestaron los miembros del colectivo Bosque Urbano Tlaquepaque.
"Ha sido muy complicado porque la gente no se pone el chip de que estos espacios son para nuestros hijos, para el futuro. Va a llevar tiempo para que se tome conciencia de lo que se ha logrado juntos, es poquito en medio del mundo, pero reconfortante ver el espacio en medio de una ciudad tan contaminada”, añade por su parte Graciela Montoya, vecina e integrante del colectivo.
La historia de éxito del Bosque Urbano Tlaquepaque por sí misma es amplia y llena de anécdotas. Con sinfín de proyectos y actividades que han pasado a lo largo de los años, vecinos no solo están satisfechos por lo logrado, sino con la actitud de continuar preservando un espacio que empezó por unos cuantos pero que es para todos, lo que hoy ven con satisfacción .
