Sin importar la fresca mañana de sábado, ni si estaban desvelados por estudiar o relajarse con los amigos en una reunión previa, decenas de aspirantes a alguna licenciatura en la Universidad de Guadalajara abarrotaron desde las siete de la mañana las inmediaciones de las sedes del examen de ingreso.
Algunos de ellos acompañados de su papá, su mamá o de ambos, esperaban pacientes en las largas filas que se hicieron, otros se quedaban solos mientras que sus progenitores se iban a sentar a algún lugar porque la espera sería larga, otros aprovechaban toda estructura para tratar de ver al interior de los planteles y apoyar a sus hijos a la distancia.
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En el caso de Magdalena, espera poder ingresar y estudiar para abogada, uno de sus proyectos en el corto plazo; se preparó lo mejor que pudo para llegar al examen y al igual que sus otros compañeros de misión también estaba nerviosa por saber si tendría la respuesta a todas las preguntas.
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Mientras esperaba en la fila, a lo largo de la acera personal de apoyo de la universidad pasaba para pedirle a los aspirantes y acompañantes que realizarán una sola fila, con sus documentos en mano y explicándoles qué dispositivos no podían ingresar para aplicar la evaluación, mientras que las calles cercanas y negocios aledaños se convirtieron en estacionamientos, centros de espera y hasta por momentos de intercambio de opiniones entre los padres de familia, algunos de ellos comentando del frío que ya se sentía.
Esmeralda quien busca ingresar a medicina, sabe que es importante llegar con un buen promedio y en especial tener la mejor calificación posible porque es una de las carreras con mayor demanda de los aspirantes y en esta ocasión buscan iniciar sus estudios en el calendario 2023-A que inicia unos días antes de febrero.
