Si te gustan los retos o los conocidos ahora como “challenge” esta noticia te interesa, pues se trata de retar para apoyar a niñas y niños que vivieron violencia de alto impacto, como prostitución infantil o pornografía.
Ellas y ellos están alojados en el Albergue del Padre Pío, un lugar ubicado cerca del centro de El Salto, municipio cercano a Guadalajara, donde necesitan leche en polvo, pañales, pomadas y toallitas húmedas para continuar con la función de apoyo a pequeños que han vivido situaciones difíciles.
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De ese tema platicamos con Tomás González, director del Albergue del Padre Pío, quien explicó que la capacidad del albergue es de 20 niños desde recién nacidos hasta los 17 años y actualmente atienen a 35 debido a la demanda, porque los casos de violencia crecieron a causa de la pandemia.
“Es como picar piedra cuando platicas sobre este tipo de temas, porque primero no lo creen y otras personas ya lo normalizaron y eso es grave, porque cuando llego a pedir apoyo no lo recibimos porque no creen que existen esos casos y como no hay estadísticas, ni una política pública que controle este tipo de casos, es muy difícil”.
Explicó que las niñas y niños que atienden son canalizados a través de la Fiscalía del Estado y de los DIF municipales, principalmente del área metropolitana de Guadalajara, aunque también están atendiendo pequeños de Oaxaca que llegaron a la ciudad porque en su lugar de origen sufrieron violencia.
“Trabajamos con la educación para la paz, con la psicología para hacer a estos niños más resilientes y que no olviden lo que les pasó, sino que aprendan de esa experiencia y puedan seguir adelante y la atención que se les da a través de cuidadoras y de las personas que van y les hacen sentir en un lugar seguro”.
Niñas felices que piden apoyo
EL OCCIDENTAL platicó con tres pequeñas que reciben atención en el albergue, una de ellas Karla de 9 años, quien explicó que se siente feliz con la atención que recibe ahí, donde además de un techo y comida, les dan clases y recreación.
En tema educativo su materia preferida son las matemáticas “porque son como adivinar”, pero también disfruta de ver televisión, sobre todo películas de acción y de superhéroes.
Está también Yamilet, una chica de 11 años de edad apasionada también de las matemáticas y del futbol, un deporte que practica en el albergue bajo las limitadas condiciones en que viven, sin un uniforme o zapatos especiales para entrenar; y Eva, que a sus 13 años de edad ama el baile y el canto. “Me gusta el rap y la música pop”, así como las clases de historia, porque “cuando trabajamos historia yo descubro más cosas y nos enseñan más de afuera”.
Ellas, al igual que las decenas de niñas y niños que atienden, invitan a los ciudadanos y empresas a sumarse al reto, del que el director del albergue del Padre Pío agrega que se benefician, porque con lo que reciben pueden seguir operando.
“El Baby Challenge Milk es muy importante porque ese dinero que íbamos a destinar para leche, pañales o toallitas ya lo podemos destinar para un tema de salud, para si tenemos a un niño enfermo, para un doctor, un paidopsiquiatra”.
¿Cómo sumarse al reto?
Si te interesa sumarte al Baby Challenge Milk deberás llevar una o varias latas de leche en polvo de la marca NAN en cualquier etapa, paquetes de pañales hipoalergénicos de etapas 3, 4 o 5, así como toallitas húmedas o pomadas de las marcas Cetaphil o Mustela, que son las recomendadas para bebés con enfermedades o condiciones especiales.
La cita es el próximo 26 de septiembre a las 12:45 horas en el Albergue del Padre Pío, ubicado en Francisco Márquez 252, en el centro de El Salto, donde cualquiera que llegue tendrá posibilidad de conocer cómo es el trabajo que ahí realizan y participar en la cadena humana de entrega de apoyo, que se vuelve una experiencia inolvidable y sobre todo muy satisfactoria.
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