En un principio una baja entrada y una lluvia intensa hacían que las cosas no lucieran muy festivas en el Estadio Jalisco.
Al final Tláloc calmó su furia y el público se hizo sentir en las gradas para que se efectuara el juego Compromisos por la Paz, el cual también fue la despedida del central internacional mexicano Rafael Márquez, quien para esta fiesta futbolística estuvo acompañado de amigos y leyendas internacionales, todo para brindarse a la afición y apoyar a la fundación Scholas del Papa Francisco.
Como preámbulo del juego, se entonó el Himno Nacional mexicano en la voz de la orquesta Ciudad de los Niños, además de que se presentó el olivo que fue plantado por el Papa en Jerusalén y de sus ramas se han llevado a distintos puntos del mundo, llegando en esta ocasión a Guadalajara.
Dentro de las figuras del encuentro, saltaron al campo el brasileño naturalizado español, Marcos Senna, Juan Pablo Ángel, Juan Pablo Sorín, Javier Saviola, Marcelo Salas, Sebastián Abreu, Claudio López, Iván Zamorano; por parte de los amigos de Rafa estuvieron presentes Pavel Pardo, Claudio Suárez, Jorge Campos, Carlos Salcido y un abucheado Oswaldo Sánchez.
Desde el banquillo, como técnicos estaban Manuel Lapuente y Bora Milutinovic.
EL PARTIDO
Ya con el arranque del juego la entrada mejoró y se comenzó a sentir un ambiente festivo transmitido de la tribuna a la cancha y de regreso, el público se divertía con jugadas de fantasía de Senna, remates de Saviola, atajadas de Leo Franco, además de que también lo hacían abucheando a Oswaldo.
Las jugadas de mayor peligro en el primer tiempo fueron remates de Saviola, un par los estampó en el poste y uno más se quito quitar al arquero, pero terminó por fallar.
Fue Juan Pablo Ángel quien firmó el primer gol del partido, al minuto 33 sacó un disparo implacable dentro del área para vencer a Franco, con previo servicio de Juan Carlos Medina.
El momento emotivo llegó al 35, al salir de cambio Rafael Márquez quien recibió una ovación de pie, y quien lo sustituyó fue su hijo, Rafael Márquez Jr., quien tiene 15 años y se encuentra formándose en las básicas del Atlas.
El del empate fue un golazo, vino por parte de un balón filtrado y bombeadito la definió “Matador” Salas ante la salida de Ustari.
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El segundo de la noche fue por la vía del penal. Tras la infracción, el equipo de amigos de Márquez le dio el balón al hijo del homenajeado, fue entonces como el hijo de Rafa cobró desde los once pasos y venció al arquero para poner las cosas 2-1.
Así quedó el encuentro, Rafa dijo adiós a su público y amigos y se despidió de las canchas, conquistando Europa con el Barcelona y Mónaco, México con un bicampeonato con León y en un símbolo de la cantera del Atlas.
Uno de los mexicanos más exitosos de todos los tiempos y que siempre estará en la discusión de si es el mejor de todos los tiempos.
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