Uno de los atletas jaliscienses de mayor trascendencia internacional en su deporte, es Arturo Rodríguez Faisal, quien se desempeña en la disciplina del frontenis. Y a pesar de que la pandemia ha complicado muchos temas deportivos, el frontenista ya se ha trazado la meta de volver a ser campeón del mundo.
“Al inicio de la pandemia, creí que íbamos a estar un mes en casa y nada más. Pero conforme se fue alargando, llegaron cambios. Se canceló la Copa del Mundo y tuve que tomarlo con calma, bajarle a los entrenamientos porque no se puede estar siempre al 100 por ciento, y entramos a una etapa de mantenimiento, porque la Copa del Mundo se va a realizar el próximo año, y hay que pensar en otro título, es el objetivo”, aseguró Faisal.
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Con una trayectoria que supera los 20 años de carrera deportiva, Rodríguez Faisal sabe que se está acercando al ocaso de su brillante participación en el frontenis, y es por ello que miró atrás para contar los que considera son sus máximos logros hasta el día de hoy.
“Es difícil calificarlos porque son etapas. Desde 2003 soy seleccionado nacional y eso ya me emocionó mucho. Pero sí hay tres momentos muy especiales. Uno fue en Guadalajara 2011 porque fue con mi hermano y en casa, fue un sueño hecho realidad. Otro momento fue el Mundial de 2014, porque ya era una de las principales figuras del país en mi deporte, y pude ganar tanto en frontenis como en paleta goma de manera individual, fue un sueño cumplido. Hay otro momento que fue la Copa del Mundo de trinquete, que es una especialidad que no se juega mucho en México. Ya había sido subcampeón mundial y por primera vez, Argentina no se coronó, fue México, hicimos historia”.
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“Me gustaría que me recordaran como alguien que luchó por conseguir el éxito, no como alguien a quien le cayeron las cosas del cielo. No siempre estuve arriba, hubo momentos malos, pero hice todo lo posible por salir de ello. Creo que eso es lo que me gustaría que recordaran de mí, que no me di por vencido y siempre luché por conseguir el éxito”.
Actualmente, Arturo es el número uno el mundo en su deporte, sin embargo, siempre ha tenido que lidiar con el hecho de no contar con mucho reconocimiento o reflectores, debido a que su disciplina no es olímpica.
“Para que este deporte sea olímpico, falta trabajo y desarrollo. Falta definir una especialidad principal y desarrollarla. Claro que se siente feo que seas el mejor el mundo pero que alguien te diga que tu disciplina no se juega en todo el mundo. Bueno, eso no es culpa del deportista. El trabajo de asociaciones, federaciones, clubes, tiene que ser más estructurado. Ese es el problema. Casi se puede decir que nuestro deporte es empírico. Vemos canchas de frontón por toda la ciudad, algunas abandonadas, lamentablemente. Pero es un deporte que si se practica, hay talento, basta ir a cualquier unidad deportiva para corroborarlo”.
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