Lee Harvey Oswald, el asesino de John F. Kennedy, pasó unos momentos en México tan solo seis semanas antes de que se concretara el magnicidio, y aunque lo cierto es que fue un hecho del que poco se hiló por autoridades, el autor Enrique Berruga retomó este suceso y lo ficcionó en su más reciente libro 'El cazador de secretos', que presentó en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.
En entrevista para El Occidental el también diplomático mexicano explicó que se valió de su experiencia para poder mitigar la curiosidad que le generó este hecho, al dejar volar su imaginación y adentrarnos en sus páginas en un mundo de espionaje del México de aquellos años de la Guerra Fría, en donde un espía, Valentín Guzmán, trata de seguirle la pista Oswald.
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"Surge la curiosidad de saber qué hizo el asesino de Kennedy en México. Se podría encontrar una hebra que llevara a entender un poco más el asesinato y que el gobierno de Estados Unidos deliberadamente decidió no seguir, si la visita de él a México ya era misteriosa, con esta reacción pues todavía más. Entonces esto da para una novela deliciosa de suspenso, además de que el thriller en América Latina no se cultiva".
Alejándonos un poco del mundo de espionaje que se presenta en las películas, ya que Valentín se muestra como un espía mexicano dentro de todas sus limitaciones en el entorno en el que se desarrolla, Berruga Filloy demuestra también un arduo trabajo de investigación de al menos cuatro años -sustentado por su trayectoria diplomática- en torno a cómo era el México de aquella época, y a presentar a este enigmático personaje que resultó ser Lee Harvey Oswald.
"Es una novela de espionaje y algo que puede ser muy interesante para el lector es de comparar los estilos de espionaje de las agencias de Estados Unidos, de La Unión Soviética, de Cuba, de México. Ver cómo espiaban en esa época de la Guerra Fría y porqué México les resultaba tan atractivo como sitio de observación y de enlace entre centros de espionaje. Qué papel jugaba en la geografía política mundial México que era el lugar elegido para hacer estos intercambios".
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Invitó a los lectores a adentrarse a las páginas de 'El cazador de secretos' ya que podrán apreciar a un México que no conocen, con la justa importancia que tuvo como centro mundial de intercambio de información y del mismo espionaje, pero sin dejar de observar a personajes que de alguna u otra manera viven al límite.
"Es exponer al lector frente a vidas al límite, que están rozando los límites de riesgo, de pérdida de personalidad incluso. Permite la novela llevar al lector a conocer qué significa vivir al extremo".
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