Hace 70 años dos personas se casaron, como dictaba la tradición él y sus papás fueron a pedir la mano de su novia. Ella, tímida pero segura de que era el amor de su vida, ya esperaba ansiosa, junto con sus progenitores en su humilde vivienda.
Trinidad Panduro, es una persona sencilla, humilde pero grande de corazón, trabajador del barro, artesano pues, ella, Eusebia Galán una mujer acostumbrada a las tareas del hogar, pero que jamás se rehusó a realizar trabajos en el campo, es y será su compañera de viaje en este mundo.
Chevita y Trino son ejemplo de fortaleza para sus hijos, quienes intentan seguir su ejemplo.
“Hoy, como hace 70 años te entrego
este anillo como símbolo de mi amor
y fidelidad; en lo prospero y en lo adverso,
en la salud y en la enfermedad. Te seguiré
amando con todo mi corazón,
hasta el último día de mi vida”
Eusebia Galán.
En días pasados cumplieron siete décadas juntos, se casaron en el ya lejano año de 1948, por ello, se llevó a cabo una misa en la cual se volvieron a unir sus vidas como la primera vez, el recinto religioso para el enlace matrimonial fue en el Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, en San Pedro Tlaquepaque, testigo mudo que recibió a los novios, los familiares e invitados a la ceremonia.
“Trino recibe este anillo que
es prueba de mi amor,
mi paciencia y de todo lo
que hemos vivido en 70 años.
Te seguiré amando con todo mi corazón”
Después de dar gracias a Dios por mantenerlos juntos, Chevita y Trino celebraron con sus hijos e invitados con una rica comida, en donde el mariachi y las bebidas típicas no pudieron faltar: tequila, tejuino y rompope.
Los felices novios recibieron los parabienes de sus queridos hijos y amigos.
Hijos
Luis
Beatriz
Ofelia
Antonio
Enrique
Herme
Rosa María
Martha
Ma.del Refugio
Rafael
Marcela
Consuelo
Lucia
Samuel