/ lunes 27 de enero de 2020

Convicción o conveniencia

La palabra convicción alude a sentirse que lo pensado en si es una verdad o bien, estar seguro de que algún conocimiento sea verdadero, independientemente que no se pueda comprobar aquella verdad, así pues, el que se encuentra convencido no duda, puede o no escuchar opiniones diferentes, pero se mantiene firme en su creencia; de aquí puede suscitarse una excepción si se cambia la forma de pensar o de creer la convicción cambia de rumbo por un escepticismo, volviendo a su estado cuando hay una nueva convicción.

Es tan profundo el concepto de convicción que el filósofo clásico griego Sócrates considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal, tenía la convicción de que no sabía nada. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia. De igual manera Descartes sostenía que dudaba, y por ello existía; así mismo, Juan Domingo Perón quién fue tres veces presidente de argentina, fundaba su convicción en que la política debía orientarse a la justicia social.

Las convicciones pueden generarse por haber experimentado sobre la cuestión y haberse logrado evidencias, o puede ser también de una intuición de la fe, es por ello que las convicciones pueden tener tinte negativo, desde luego causando un daño, este concepto de convicción va creando en cada uno de nosotros, un sistema de creencias y valores que nos hacen únicos, pues si bien podemos compartir con nuestros semejantes nuestra convicción, es difícil que la totalidad de ellas se encuentren en la misma sintonía de coincidencia ya que no pueden ser idénticas.

Ahora bien, en cuanto a la vista, existen dos presupuestos de convicción: en lo que veo y en lo que no veo, al primero se le denomina como la razón y en el segundo se llama fe. En este contexto podremos determinar si lo que nos venden a través de la mercadotecnia empresarial, social o política contiene los argumentos de credibilidad.

Finalmente, quién tiene la convicción está tan seguro de que lo que piensa es así transmitiendo a los demás esa seguridad cuando lo expresa.

Por lo que señala la Real Academia Española, el concepto conveniencia puede aplicarse en varios contextos como: utilidad, provecho, ajuste, concierto y convenio, correlación y conformidad entre cosas distintas, comodidad etc.

De este concepto podemos rescatar lo siguiente; las interacciones entre los humanos no son sencillas, desde diferentes puntos de vista en el presente abordaremos algunos cuantos, ya sea amorosas, familiares, políticas, sociales o económicas, cuando no van por la misma ruta de objetivos futuros, lo vemos en las relaciones amorosas cuando dos desean unir sus vidas y destino, sin embargo, al transcurso del tiempo se dan cuenta que no era la persona ideal elegida y optan por buscar otra relación que nada tiene que ver con el amor. Por ejemplo, con los matrimonios de conveniencia que se contraen por otros motivos como el económico, el social o también en algunos casos para la obtención de una nacionalidad, cabe mencionar que estos en muchas ocasiones son usados sólo como trampolín para lograr ese objetivo.

Se dice que la verdad y la política nunca se han llevado bien, pues existen desencuentros entre los integrantes de diferentes fuerzas, agrupaciones o partidos políticos, porque desde su punto de vista todos y cada uno de ellos defienden sus posturas, pero en cambio, por conveniencia pueden llegar a convenios favorables para sus representados. La conveniencia puede ser vista como una oportunidad para realizar mejoras e innovación para incidir y beneficiar a los pueblos, como son los acuerdos bilaterales en desarrollar tal o cual estudio científico ya que ello trae beneficios a corto o a largo plazo.

Respetable amigo (a) lector de lo narrado líneas arriba, podemos darnos una idea de que tanto la convicción como la conveniencia aportan rubros interesantes que favorecen siempre y cuando lleven un sentido común, igualdad y respeto, gracias por sus atenciones de leerme y opinar semanalmente.

* Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu.mx

La palabra convicción alude a sentirse que lo pensado en si es una verdad o bien, estar seguro de que algún conocimiento sea verdadero, independientemente que no se pueda comprobar aquella verdad, así pues, el que se encuentra convencido no duda, puede o no escuchar opiniones diferentes, pero se mantiene firme en su creencia; de aquí puede suscitarse una excepción si se cambia la forma de pensar o de creer la convicción cambia de rumbo por un escepticismo, volviendo a su estado cuando hay una nueva convicción.

Es tan profundo el concepto de convicción que el filósofo clásico griego Sócrates considerado como uno de los más grandes, tanto de la filosofía occidental como de la universal, tenía la convicción de que no sabía nada. Fue maestro de Platón, quien tuvo a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la filosofía de la Antigua Grecia. De igual manera Descartes sostenía que dudaba, y por ello existía; así mismo, Juan Domingo Perón quién fue tres veces presidente de argentina, fundaba su convicción en que la política debía orientarse a la justicia social.

Las convicciones pueden generarse por haber experimentado sobre la cuestión y haberse logrado evidencias, o puede ser también de una intuición de la fe, es por ello que las convicciones pueden tener tinte negativo, desde luego causando un daño, este concepto de convicción va creando en cada uno de nosotros, un sistema de creencias y valores que nos hacen únicos, pues si bien podemos compartir con nuestros semejantes nuestra convicción, es difícil que la totalidad de ellas se encuentren en la misma sintonía de coincidencia ya que no pueden ser idénticas.

Ahora bien, en cuanto a la vista, existen dos presupuestos de convicción: en lo que veo y en lo que no veo, al primero se le denomina como la razón y en el segundo se llama fe. En este contexto podremos determinar si lo que nos venden a través de la mercadotecnia empresarial, social o política contiene los argumentos de credibilidad.

Finalmente, quién tiene la convicción está tan seguro de que lo que piensa es así transmitiendo a los demás esa seguridad cuando lo expresa.

Por lo que señala la Real Academia Española, el concepto conveniencia puede aplicarse en varios contextos como: utilidad, provecho, ajuste, concierto y convenio, correlación y conformidad entre cosas distintas, comodidad etc.

De este concepto podemos rescatar lo siguiente; las interacciones entre los humanos no son sencillas, desde diferentes puntos de vista en el presente abordaremos algunos cuantos, ya sea amorosas, familiares, políticas, sociales o económicas, cuando no van por la misma ruta de objetivos futuros, lo vemos en las relaciones amorosas cuando dos desean unir sus vidas y destino, sin embargo, al transcurso del tiempo se dan cuenta que no era la persona ideal elegida y optan por buscar otra relación que nada tiene que ver con el amor. Por ejemplo, con los matrimonios de conveniencia que se contraen por otros motivos como el económico, el social o también en algunos casos para la obtención de una nacionalidad, cabe mencionar que estos en muchas ocasiones son usados sólo como trampolín para lograr ese objetivo.

Se dice que la verdad y la política nunca se han llevado bien, pues existen desencuentros entre los integrantes de diferentes fuerzas, agrupaciones o partidos políticos, porque desde su punto de vista todos y cada uno de ellos defienden sus posturas, pero en cambio, por conveniencia pueden llegar a convenios favorables para sus representados. La conveniencia puede ser vista como una oportunidad para realizar mejoras e innovación para incidir y beneficiar a los pueblos, como son los acuerdos bilaterales en desarrollar tal o cual estudio científico ya que ello trae beneficios a corto o a largo plazo.

Respetable amigo (a) lector de lo narrado líneas arriba, podemos darnos una idea de que tanto la convicción como la conveniencia aportan rubros interesantes que favorecen siempre y cuando lleven un sentido común, igualdad y respeto, gracias por sus atenciones de leerme y opinar semanalmente.

* Rector General del Centro Universitario UTEG

e-mail: joseroque@uteg.edu.mx

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