/ jueves 7 de marzo de 2019

¿Celebramos el 8 de marzo?

Enrique Velázquez

Para contribuir y visibilizar la lucha de las mujeres por mejores condiciones de vida, por el respeto a sus Derechos Humanos y a la igualdad de oportunidades en lo político, social y laboral, la Organización de las Naciones Unidades estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer como una medida para darle atención inmediata y un lugar prioritario en la agenda de todos los países.

En México nuestro marco jurídico ha ido incorporando la igualdad entre los sexos a través de los derechos que han surgido de la exigencia de las mujeres. Sin embargo, no es posible hablar de esta conmemoración sin cifras que nos muestren por qué, después de tantas décadas, este movimiento sigue siendo tan importante y necesario. Tan sólo en nuestro país más del 60% de las mujeres han sido víctimas de violencia y discriminación, nueve de ellas son asesinadas cada día y sólo un 10% de estos homicidios son tipificados como feminicidio. Además, las mujeres ganan en promedio 30% menos que los hombres por desempeñarse en el mismo puesto de trabajo. Sin duda estas son estadísticas por las que hoy más que nunca la reivindicación de los derechos de la mujer, la erradicación de la violencia y la discriminación se presentan como un desafío urgente por resolver.

No obstante, creo que si hay razones por las cuales podemos celebrar el día de hoy: las marchas, las huelgas, el movimiento feminista en general y el empoderamiento de la mujer son el motivo, porque celebrarlo es reconocer la lucha de todas las mujeres que a través del tiempo han conseguido su visibilización, significa ser conscientes de los retos que ellas enfrentan día con día y la responsabilidad que tenemos para coadyuvar en la búsqueda de la igualdad.

Nos falta mucho para lograr que el 8 de marzo no sea un día de promesas y buenas intenciones, nos falta mucho como personas, como hombres; nos falta mucho como parte de un Estado que hoy no garantiza su seguridad ni sus derechos más básicos de acceso a la justicia, a la educación y a un sistema de salud.

Las acciones deben pasar por mejorar los procesos judiciales para no revictimizarlas, eliminar el trabajo no remunerado, exigir mejores condiciones laborales para todas, en especial para las cuidadoras y trabajadoras domésticas; pero también por una mejor educación para hombres y mujeres donde se eliminen los estereotipos de género, donde enseñemos que somos iguales y nos merecemos los mismos derechos. Que todos valemos igual, no por ser hombres o mujeres, sino porque somos personas. Esta lucha es por ustedes, las mujeres.

Enrique Velázquez

Para contribuir y visibilizar la lucha de las mujeres por mejores condiciones de vida, por el respeto a sus Derechos Humanos y a la igualdad de oportunidades en lo político, social y laboral, la Organización de las Naciones Unidades estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer como una medida para darle atención inmediata y un lugar prioritario en la agenda de todos los países.

En México nuestro marco jurídico ha ido incorporando la igualdad entre los sexos a través de los derechos que han surgido de la exigencia de las mujeres. Sin embargo, no es posible hablar de esta conmemoración sin cifras que nos muestren por qué, después de tantas décadas, este movimiento sigue siendo tan importante y necesario. Tan sólo en nuestro país más del 60% de las mujeres han sido víctimas de violencia y discriminación, nueve de ellas son asesinadas cada día y sólo un 10% de estos homicidios son tipificados como feminicidio. Además, las mujeres ganan en promedio 30% menos que los hombres por desempeñarse en el mismo puesto de trabajo. Sin duda estas son estadísticas por las que hoy más que nunca la reivindicación de los derechos de la mujer, la erradicación de la violencia y la discriminación se presentan como un desafío urgente por resolver.

No obstante, creo que si hay razones por las cuales podemos celebrar el día de hoy: las marchas, las huelgas, el movimiento feminista en general y el empoderamiento de la mujer son el motivo, porque celebrarlo es reconocer la lucha de todas las mujeres que a través del tiempo han conseguido su visibilización, significa ser conscientes de los retos que ellas enfrentan día con día y la responsabilidad que tenemos para coadyuvar en la búsqueda de la igualdad.

Nos falta mucho para lograr que el 8 de marzo no sea un día de promesas y buenas intenciones, nos falta mucho como personas, como hombres; nos falta mucho como parte de un Estado que hoy no garantiza su seguridad ni sus derechos más básicos de acceso a la justicia, a la educación y a un sistema de salud.

Las acciones deben pasar por mejorar los procesos judiciales para no revictimizarlas, eliminar el trabajo no remunerado, exigir mejores condiciones laborales para todas, en especial para las cuidadoras y trabajadoras domésticas; pero también por una mejor educación para hombres y mujeres donde se eliminen los estereotipos de género, donde enseñemos que somos iguales y nos merecemos los mismos derechos. Que todos valemos igual, no por ser hombres o mujeres, sino porque somos personas. Esta lucha es por ustedes, las mujeres.

Local

'Estamos en un momento muy bueno para México': Claudia Sheinbaum llama a consejeros de BBVA a potenciar juntos el desarrollo del país

Desarrollo económico, empleo y salario; así como cultura salud y deporte, serán los temas a debatir en este ejercicio electoral

Policiaca

Establecen alerta por evento de mar de fondo en playas de Jalisco

La dependencia invitó a la población a evitar ingresar al mar y realizar actividades acuáticas

Local

El sistema de salud no debe estar ligado al empleo

Se debe garantizar la accesibilidad universal, que la salud sea un derecho universal y no una prestación laboral, dice investigador